Las II Jornadas Nacionales de Asistencia a la Víctima reunieron a fiscales, mediadores y juristas en la Facultad de Derecho de la UBA. Se escucharon críticas y propuestas sobre los medios alternativos de resolución de conflictos. Abucheo para uno de los panelistas.
En la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires se desarrollaron las II Jornadas Nacionales de Asistencia a la Víctima, organizadas por el Ministerio Público Fiscal en conjunto con la Defensoría del Pueblo de Santa Fe. El evento contó con la participación de juristas, académicos, funcionarios y mediadores que trataron diversos aspectos de las políticas de género, la violencia doméstica, la asistencia a las víctimas, el proceso penal y la mediación, entre otros temas.
Uno de los puntos centrales de las jornadas fue el dedicado a "La Víctima y los Medios Alternativos de Resolución de Conflictos". Comenzó con las disertaciones la ex jueza de Cámara Gladys Álvarez, presidenta del Consejo de Honor de la Fundación Libra (del cual también forma parte la ministra de la Corte Elena Highton de Nolasco). Al tratar el estado de implementación de los métodos alternativos en el país dijo: "Las oficinas de violencia doméstica son una innovación en el campo de la Justicia. La recurrencia a hablar de la voz de las víctimas, tiene que ver con el silencio en el que han estado por tantos años. Siempre estuvieron excluidas del proceso formal judicial".
Asimismo, la ex camarista criticó con dureza el Mapa de Acceso a la Justicia: "El Mapa ha volcado por un lado las oficinas de Violencia Doméstica y por otro las Oficinas de Asistencia a la Victima. Este Mapa es incompleto, porque sólo se registran los episodios en el ámbito del Poder Judicial, y descubrimos que hay otros organismos que prestan atención a este dilema y no aparecen registrados. Sería muy lindo que luego de este encuentro, las provincias mandaran a la Oficina quiénes están prestando servicio a la víctima. Highton habló esta mañana de las bondades del Mapa. Pero faltan lugares. Por ejemplo: Corrientes tiene mediadores penales, pero no tiene asistencia a la víctima". "Son movimientos de cambios, y no hay cambios sin liderazgo. Tiene que haber liderazgo en Justicia y en la Sociedad", lanzó finalmente.
Más temprano en esa jornada, la vicepresidenta del Máximo Tribunal había presentado datos surgidos de un reciente informe de la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) que indica que en sus dos años de funcionamiento recibió hasta el 31 de agosto pasado un total de 12.584 casos. Según los datos de la OVD, durante ese período se registró un total de 12.762 personas denunciadas. De ellas, el 14 por ciento son mujeres y mientras que el 86 por ciento son varones.
Por su parte, Damián D’Alessio (UBA; Fundación Libra) expuso sobre los métodos alternativos y la justicia restaurativa. "En el marco del paradigma de la justicia restaurativa y la inclusión de los métodos alternativos, hay cuatro alternativas de resolución de disputas: negociación, mediación, arbitraje y litigio. Son los llamados métodos puros. Como tal, la Resolución Alternativa de Disputas (RAD), nació en la década del ´60 también en el hemisferio norte. Con el trascurso del tiempo, estas alternativas, fueron denominadas como resoluciones adecuadas".
"En nuestro medio, la diferencia entre disputa y mediación no existe. Los métodos RAD surgen desde la Justicia, donde los conflictos ya son convertidos en litigios, y el problema es entonces judicializado. La estructura es antagónica, un disputante frente a otro disputante. Los pilares negociación y mediación tiene criterios de autonomía, son procesos que están destinados a fomentar a que las partes tengan la posibilidad de dictarse sus propias normas. Pero el arbitraje y el litigio, es heterónomos, las normas las ponen otros. Tanto la sentencia como el laudo, son resultados provenientes de procesos de adjudicación”, explicó el miembro de la Fundación Libra.
"Además de los métodos puros", continuó D´Alessio, "se encuentran los procesos híbridos de resolución, responden a atender la conflictivilidad social, factores económicos, sociales, culturales. Los híbridos, cobran real importancia en el campo, que se llama el campo de los diseños de sistemas en resolución de conflictos. Por ej.: en el ámbito privado, es el Med-Ar, mediación más arbitraje. En la parte pública, y de manera similar, el híbrido que junta aspectos autónomos y heterónomos es la mediación penal. Surge de la combinación con fundamentos jurídicos de la justicia penal. Regular la convivencia pacifica entre particulares, llegando incluso a imposición de penas de distintas clases".
"La discusión de paradigmas en la Justicia argentina es un punto importante a la hora de definir los pasos a seguir: si es retributiva o restaurativa. El contraste entre ambos se da en el sustento teórico y metodológico. Hay que agregar más procesos participativos de la comunidad y manejar otras técnicas que involucren a gente de la social y salud", concluyó el docente de la UBA.
Llegado el turno de Alberto Binder (Instituto Iberoamericano del Derecho Procesal Penal, Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales), hizo referencia a los "sistemas acusatorios en cuanto a los métodos", pero sin dejar de criticar la idiosincrasia de la Justicia argentina. "Hay que ver como el plan de protección a la victima gana en lo discursivo, y todos tienen la experiencia de que nadie sabe en el país de que se habla. Es una locura de nuestro país. Es que atrás de esto un problema mucho mas profundo. Por suerte, hay persistencia y resistencia que siempre nos convoca".
"El derecho penal es la última herramienta que tiene la sociedad para gestionar sus conflictos. La discusión entre las dos justicias (retributiva y distributiva) atraviesa la historia del derecho. El modelo de nuestras organizaciones judiciales (Ministerio Público y Justicia) está orientado para ser una administradora de papeles. En Jornadas como éstas, estamos hablando de un mundo distinto y mañana Uds. tienen que sumergirse en un universo de papeles en donde cuidan qué palabra usar para no ser sancionados", disparó el especialista.
Al terminar, Binder continuó con sus críticas: "Pero esta lógica de estar orientado no es casual, ni es costumbre burocrática. A los fiscales les cuenta entender que tienen que atender los distintos niveles de víctimas, pero no ser defensores de una legalidad abstracta. Hoy es mucho más fácil convencer a la jurisprudencia que adopte la más ridícula doctrina que se preocupe por agendar una nueva audiencia con la gente que tiene el conflicto". "El problema se da en términos estratégicos, tenemos una solución alternativa que va en una dirección y la Justicia que va en otra. Es un combate entre justicia formal e informal fundamentadas en distintas concepciones políticas", agregó el titular del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales.
Quien provocó cierta agitación incómoda en el auditorio de 250 personas, fue el portugués Juan Carlos Vezzulla (Instituto de Mediação e Arbitragem do Brasil; Instituto de Mediação e Arbitragem de Portugal) en su disertación sobre el rol de la víctima y los alcances de la reparación. "Los temores cada vez son mayores, la imagen del culpado o del sospechoso o del victimario pasa a agrandarse de tal manera que cobra unos tamaños de ser omnipotente. Esto crea un vínculo de la victima hacia el victimario, que le impide salir de ese espacio. Perdió confianza, equilibrio, autoestima, respeto por sí misma. Esto no puede ser trabajado si no se hace con el agresor", manifestó.
El presidente del Instituto de Mediación de Portugal explicó que: "En Brasil, la mediación está ligada a las ONG; en Portugal, está ligada al Ministerio de Justicia, mientras que en Argentina está ligada al Poder Judicial". Luego continuó con la idea de desmitificar al agresor: "La víctima debe ser reconocida por lo que sufrió. Descubrir sus nuevas necesidades. La idea es humanizar al victimario para que le pierda el miedo y lo pueda entender y así pueda emanciparse completamente".
Como ilustración final, el exponente contó un caso presentado en el programa televisivo estadounidense de Oprah Winfrey, en el que una familia entera se abrazaba y perdonaba al asesino de su hija. Tras recibir un abucheo por parte del público presente, Vezzulla soltó: "El asesino está preso, y va a estar preso unos 30 años más. La posibilidad de restablecer este vínculo es importante, que no sea un fantasma acosador por siempre. No podemos pensar en que el servicio atienda sólo a la victima. Debemos trabajar para que esto sirva para entender un fenómeno social. Para evitar nuevas agresiones".