A raíz de las demandas contra la web Cuevana por parte de HBO y la amenaza de Telefé, el legislador de Proyecto Sur, Julio Raffo, elaboró un proyecto de ley para permitir que las obras culturales puedan ser divulgadas por Internet en sitios sin fines de lucro. Opiniones a favor y en contra. El bloqueo judicial a Cuevana por la series de I-Sat.
“Estoy en contra de la comercialización de obras ilegalmente, sin distinción, pero acceder a la estatua de Botero (por Fernando, el artista) que está en la Facultad de Derecho (por la casa de estudios de la Universidad de Buenos Aires), conmoverse, emocionarse, admirarla, eso no debe tener ningún tipo de restricción, y estamos refiriéndonos a una obra cultural”, aseveró el legislador por la ciudad de Buenos Aires, Julio Raffo (Proyecto Sur).
Es precisamente bajo ese precepto que Raffo elaboró una propuesta para que sea presentado desde el bloque de diputados nacional de Proyecto Sur.
La iniciativa se puede explicar brevemente: la idea es promover una reforma a la Ley de Derechos de Autor en la que se reconozca el derecho de libre acceso a obras culturales a través de Internet para usos no lucrativos. Todo ello, por supuesto, motivado a raíz de las denuncias en contra de los sitios Taringa y Cuevana.
La semana pasada, trascendió en los medios que Telefé demandaría a Cuevana por una supuesta violación a los derechos de autor. A pesar de que esa iniciativa de parte del canal de aire nunca se concretó, el sitio finalmente fue demandado por la señal de cable HBO, y cuyo expediente quedó radicado en el Juzgado de Instrucción 36, con intervención de la Fiscalía de Instrucción cuatro, en los autos "Escobar Tomás y Cuevana.com, sobre infracción a la ley 11.723".
Entre otras cosas, desde Cuevana aseguraron que nunca fueron notificados de la demanda de parte de HBO, que se enteraron a través de las consultas periodísticas.
Según aclaró Raffo, su propuesta está íntegramente desarrollada en su libro “Derecho Autoral: hacia un nuevo paradigma”. “Acá hay un espacio público que surgió en los últimos veinte años y que es más importante, o bien tiene más alcance que otro espacios públicos, que es Internet. La web es globalizada, del mundo, entonces hay que entender que se den casos de gente que busca entretenerse a través de ella”, precisó Raffo.
A su vez, declaró que a pesar de que a nivel internacional la libertad de Internet fue reconocida ampliamente por distintos tribunales, en nuestro país los Juzgados “son más débiles a los lobbys internacionales y ante las presiones mediáticas”.
También señaló una contradicción en relación a la Ley de Derecho de Autor: “Hay autores protegidos y no obras protegidas, están equivocados quienes aseguran lo contrario. A su vez, son las multinacionales, las agencias recaudadoras de derechos autorales las que se muestran en contra de este tipo de iniciativas y, finalmente, terminan sacando más rédito ellos y los herederos de los creadores de las obras que los autores mismos”.
“Los magistrados y legisladores no entienden que Internet es parte de los nuevos tiempos y que, precisamente, los tiempos cambian. No apoyo la comercialización ilegal de obras, pero estamos hablando de cultura, y si no entendemos el papel que juega la web ahora, entonces, no entendemos nada”, concluyó el legislador.
Pero, como resultaba evidente, la propuesta generó algunos rechazos.
Leandro González Frea, del estudio González Frea y Naudín, especialistas en Tecnología y Nuevos Medios, opinó que “por una parte es una realidad inminente que hay que actualizar el modelo legal de derechos de autor, previendo el gran impacto y desarrollo de los nuevos medios tecnológicos. Pero por otra parte, esta actualización del modelo no debe soslayar los derechos autorales”.
“La propuesta de modificación de la ley que pretende la no penalización del acceso por Internet a obras culturales cuando se hace sin fines de lucro o de reproducción comercial es un concepto demasiado amplio que, si no es delimitado correctamente, podría implicar un perjuicio a los titulares de derechos de propiedad intelectual”, consignó el letrado.
“Internet es considerado mundialmente un ámbito libre, en cuanto a la libertad de expresión y el acceso a la cultura como patrimonio de la humanidad; pero dejar rienda libre a determinados aspectos de la protección de la propiedad intelectual bajo una premisa amplia de considerarlos “obras culturales” definitivamente podría inducir a un desmedro en los derechos de los titulares.”
“El tema es complejo y requiere de un modelo intermedio que respete los derechos de autor y a la vez contemple el uso e irrupción de las nuevas tecnologías en lo que hoy llamamos sociedad de la información”, finalizó González Frea.
El debate ha cobrado una relevancia que algunos internautas temen. Es que en Estados Unidos, donde muchos de los servidores de páginas con contenidos como series o películas están alojados, el 15 de diciembre comenzará el debate que tratará el Acta para Detener la Piratería en Línea (“Stop Online Piracy Act”, SOPA).
La iniciativa, que ya despertó las quejas de miles, y probablemente millones de internautas, prevé que los proveedores de Internet puedan bloquear las páginas que brinden contenido ilegal o amparado por licencias o patentes. A su vez, prohibirá que las webs reciban apoyo financiero como con el que cuentan actualmente, que puede ser a través de tarjetas de crédito. Esta iniciativa repercutirá en todo el mundo, y Argentina no quedará exenta del alcance de esta legislación.
Oficio judicial contra Cuevana
El mismo día en que HBO presentó una demanda contra el portal Cuevana, I-Sat presentó oficios judiciales a la Secretaría de Comuniaciones, a la Comisión Nacional de Comunicaciones y una medida precautoria ante el Juzgado en Primera Instancia en lo Civil Nº1, que impide a los usuarios de Cuevena acceder a las series de Steven Spielberg y la miniserie de Jorge Lanata a través de ese portal, según informó este martes Fortunaweb.
La parte actora solicitó que se decrete una medida cautelar consistente en ordenar a los proveedores de servicios de valor agregado en Internet (ISP) de Argentina, que tomen las medidas tendientes para detectar cualquier pedido que un usuario realice a través del sitio WEB CUEVANA T.V. requiriendo “acceso a” o “recepcion” de los contenidos de la propiedad intelectual de la actora correspondientes a las series “Bric”, “Falling Skies” y “26 personas para salvar al mundo”, e impedir que aquéllos pedidos lleguen a sus destinatarios, agregó el portal de la Revista Fortuna.