La Justicia de Menores dispuso la preadoptabilidad de una joven ante la imposibilidad de que permaneciera junto a su madre o bajo la custodia de algún familiar de ésta. La joven tenía 14 años y había quedado embarazada tras un abuso.
El Juzgado de Menores N° 3 de Jujuy, tras analizar el caso de una menor de 14 años que dio a luz luego de quedar embarazada producto de un abuso sexual, puso las actuaciones a disposición del Defensor de Menores para tramitar la colocación del bebé en situación de preadoptabilidad. La joven progenitora no estaba en condiciones de hacerse cargo de su hijo y no existían familiares que pudieran afrontar esa responsabilidad.
En particular, el Tribunal afirmó que “agotadas las instancias legales, con la observancia del proceso, tendientes a que la progenitora asuma adecuadamente su rol materno, y surgiendo que la madre no puede asumir dicho rol, ni su familia ampliada, cabe poner los presentes obrados a disposición del Defensor de Menores a fines de efectivizar las acciones pertinentes”.
En el caso, una niña de 14 años –que fue abusada y quedó embarazada- dio a luz un bebé y el hospital informó a Servicios Sociales de la existencia de una posible situación riesgo. Este aviso dio lugar a una audiencia, en la que se dispuso que la madre del bebé se sometiera a un tratamiento psicológico. Entre tanto, el bebé fue entregado a una familia del programa “Hogares de Belén”.
Tiempo después, tras celebrarse nuevas audiencias, escuchar a la menor y también a sus familiares, la niña solicitó que se le dejara tener al bebé con ella. Entonces, y previa intervención de la Defensora de Menores, la Justicia de Menores tomó participación activa en el caso.
Primero, el Juzgado explicó que, según las pruebas reunidas, la denuncia de la situación de riesgo se produjo cuando la madre del bebé expresó “al momento del parto” que “no va a criar a su bebé” y destacó que los informes de los especialistas demostraban que “el embarazo es producto de una violación y no deseado”.
Luego, el Tribunal indicó que en un primer momento la joven madre había declarado no desear el bebé, no tener posibilidades económicas para criarlo y que quería dar al pequeño en adopción. No obstante, la niña de 14 años, en una audiencia posterior cambió de postura y dijo quería “hacerse cargo del bebé, con el apoyo del patrón de sus padres”.
Acto seguido, el Juzgado señaló que “la regla en materia de derecho de menores consiste en la permanencia del niño junto a su grupo familiar de origen, integrado por sus padres, más tal solución no implica una irracional cerrazón a otras respuestas”.
También, “sobradamente conocido es que el lugar natural para un buen desarrollo del niño no es –ni puede aspirar a serlo- una institución, con los riesgos de despersonalización que allí se corren y sin perjuicio de la dedicación o el compromiso y el grado de capacitación que pueda tener su personal”, puntualizó el magistrado.
Dicho eso, el Tribunal señaló que “la mejor alternativa para todas las posibilidades de colocación de un niño que, por la entidad del peligro al que fue expuesto por sus propios padres, debió ser separado de su familia de origen, es –precisamente- otro miembro del grupo familiar extenso”. Sin embargo, no se encontró un familiar en condiciones de asumir esa responsabilidad.
Por lo tanto, y ante la imposibilidad de poder colocar al menor junto a su madre u otro miembro de su familia, el Juzgado de Menores resolvió poner las actuaciones a disposición del Defensor de Menores para que lleve adelante las acciones necesarias para que el bebé sea colocado en situación de preadoptabilidad.