El letrado consideró que dicho acto “es apto para desviar el sentido natural de la sexualidad de los niños y jóvenes desprevenidos y forzados observadores” y que la televisación “prestó auxilio a los degenerados para que lo consuman con mayor facilidad”.
Igounet denunció además que la sesión de fotos contó con el apoyo y la complicidad de la autoridad pública local, “la que incluso puso a disposición de las conductas perversas y degeneradas al personal de la Policía Federal”. También a todas las autoridades municipales que concurrieron a la “consumación del indecente hecho”.
La denuncia del letrado también incluyó al creador del proyecto, el fotógrafo estadounidense Spencer Tunick, que ha dado la vuelta al mundo desvistiendo a gente para inmortalizarla en una imagen. El fotógrafo ha tenido el apoyo de los gobiernos de Australia, Suiza y Canadá, entre otros países. Pero en su ciudad natal -Nueva York- tuvo que acudir a la Corte Suprema para lograr su cometido.
El abogado consideró que Ibarra es coautor material del delito de corrupción de menores y de mayores en mérito al sentido “antinatural y orgiástico de las exhibiciones” y su reiterada difusión pública por numerosos medios de comunicación.
En la presentación, Igounet describió la sesión de fotos al juez: “Hombres y mujeres completamente desnudos, se acostaron al salir el sol boca arriba, de costado, boca abajo, mostraron sus partes pudendas mezclados los unos con los otros, hombres con hombres, mujeres con mujeres y parejas de distinto sexo se dejaron fotografiar con sus órganos bamboleantes y colgantes, fláccidos o erectos sonrientes, rientes, irrespetuosos y desprejuiciados, sin importarles que podían ser observados por niños, esposas, madres, ancianos familias cristianas enteras, vecinos honestos y pudorosos que están empecinados en educar en sus seres amados en las buenas costumbres”.
“Los cuerpos son puros. La gente necesita sentirse bien con sus cuerpos, fuera del materialismo. Es una nueva forma de usar el cuerpo. Por eso invito a la gente a estar desnuda con un extraño al lado”, había explicado Tunick en declaraciones a la prensa.
El fotógrafo de 32 años lleva siete meses viajando y tarda meses en organizar una de estas fotos por lo que solo puede hacer seis tomas por año. Lo logró en la 5° Avenida, las Torres Gemelas y el Central Park y fue en Melbourne donde obtuvo un record, cuando se desvistieron para él 4500 personas.