Convocado por más de seiscientos jueces, fiscales y abogados, la primera jornada del foro “Justicia Legítima” -que encabeza la procuradora Alejandra Gils Carbó- se diferenció con las organizaciones y asociaciones de magistrados “tradicionales”. Los detalles de un encuentro donde se habló del pago de Ganancias de los jueces, la "familia judicial", "elitismo" y "burocracia" en el Poder Judicial.
Este miércoles y luego del discurso de apertura del año judicial del presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, la Biblioteca Nacional fue testigo del debate por una “Justicia Legitima”. Allí los “no alineados” con el Máximo Tribunal buscan generar discusiones y modificaciones del status quo, añejo y clasista, de la “corporación” judicial argentina, según lo califican desde el nuevo foro crítico.
La jornada se inició con el aplauso, emotivo y de pie, cuando ingresó al auditorio la titular de las abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, quien entró junto a la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó.
Cara visible de las propuestas, Gils Carbó fue la encargada de abrir la tanda de oradores que llenaron el salón Jorge Luis Borges del primer piso de la Biblioteca. Asimismo, tanto en la puerta del auditorio, como en el playón de la Biblioteca Nacional, había muchísima más cantidad de gente que no pudo ingresar pero que siguió las exposiciones a través de parlantes allí ubicados.
Gils Carbó, en un discurso duro, reclamó la necesidad de "encontrar una Justicia Legítima" y para ello, diferenciándose de Lorenzetti, sostuvo que "se requiere más debate que consenso, más discusión que unidad corporativa" para lograr así “la reconciliación del Sistema con la sociedad”.
Mientras la procuradora expresaba las palabras del comienzo atentamente era seguida, entre otros, por los jueces Alicia Ruiz del STJ porteño, Carlos Rozanski del TOF N°1 de La Plata, Patricia López Vergara y Horacio Corti, de la Justicia porteña, María Laura Garrigós de Rebori de la Cámara del Crimen, Alejandro Slokar y Ángela Ledesma de la Cámara de Casación Penal y Daniel Carra de la Casación bonaerense.
Siguiendo con los dichos de Gils Carbó tras analizar la históricamente posición estructuralmente “elitista” del Poder Judicial, llegó a la conclusión de que no se “velaba por los valores democráticos” sino que se responde a “criterios elitistas”, para luego meterse de lleno en la influencia de los intereses corporativos y económicos.
Recordando el negociado que significaron las AFJP se preguntó "¿Dónde estaba el furor de las medidas cautelares?, ¿alguna asociación de magistrados reclamó?”, desafió la procuradora y estableció la necesidad de “identificar esa matriz burocrática y autoritaria para que sea removida”.
Su discurso cerró pidiendo terminar con los "lobbies oscuros que mueven los hilos de la magistratura" y reclamó "una Justicia legítima en la que no haya feudos, padrinazgos, ni familia judicial".
Los aplausos inundaron el auditorio, entre ellos podía verse a la Defensora General de la Nación, Stella Maris Martínez, los fiscales Jorge Auat, Mónica Cuñarro, Javier De Luca y los abogados Damián Loretti y Alfredo Barcesat. También pudo verse entre la gente a varios asesores y funcionarios del Consejo de la Magistratura.
“El cambio está en marcha” dijo Estela de Carlotto y expresó la necesidad de que se termine con los juzgados y tribunales llenos de “hijos y amigos de...” bregando por un “ingreso transparente al Poder Judicial. Asimismo solicitó que los jueces paguen el impuesto a las ganancias “como cualquier ciudadano”, tras lo que los aplausos volvieron a inundar el auditorio, esta vez, con más fuerza.
Luego, con respecto al caso de Otilio Romano y apuntando directamente a la Asociación de Magistrados, dijo que la “Asociación acompaña con su silencio la conducta de Romano”.
Por su parte, el juez de Casación Alejandro Slokar celebró la posibilidad de “verse cara a cara” y agradeció al comunicado realizado el 6 de diciembre del 2012 que haya generado esta reunión. “Sabemos que alguien llamó por teléfono para que alguno no concurra”, dijo Slokar y planteó la necesidad de crear un Observatorio para controlar.
“Toda decisión que tomemos es una decisión política”, resaltó el magistrado de la Casación Bonaerense Diego Carral, separándose así de la media de jueces y organizaciones de magistrados que se consideran “apolíticos”. "La imagen de la Justicia sin la venda me resulta más simpática”, culminó.
Alicia Ruiz, por su parte, baso su discurso en los jóvenes ya que habló de la formación y la necesidad de discutir el modelo de Derecho que ellos incorporan. "Discutir los tipos de saberes” dijo y destacó que es “en el espacio de la cultura donde debemos dar batalla” ya que es necesario “crecer y aprender fuera de la familia”.
Beinusz Smukler, encaró la cuestión en la necesidad de “definir el perfil del juez” para saber “qué juez se quiere” y generar jueces “con sensibilidad social”. “El carácter vitalicio del cargo no tiene nada que ver con la independencia”, desafió. También el fiscal ante la Cámara de Casación, Javier De Luca, estimó que “no se debe caer en la creencia de que independencia consiste en estar contra el Poder Ejecutivo” y bregó por la “eliminación de los privilegios y los conflictos de intereses”.
Esta “corriente” denominada “Justicia Legítima” se expresó como reacción a los dichos y reclamos de independencia judicial de las asociaciones tradicionales. En este sentido, el magistrado cordobés Gabriel Perez Barbera propuso crear una asociación y “constituirnos como factor de poder” en el marco de una “organización horizontal”, despegándose de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, ya que los “lobbies económicos son poderosos”.
Jorge Auat, titular de la Unidad Fiscal de Coordinación de causas de lesa humanidad, se refirió nuevamente al comunicado de diciembre pasado: "Esa solicitada fue el disparador para discutir sobre la democratización del Poder Judicial, que es el único poder del Estado que en dictaduras se mantuvo intacto y que a lo largo de su historia se ve claramente su espíritu corporativo”, dijo.
Asimismo, volvió a referirse al episodio de la selección de Luis Cabral para subrogar la Cámara de Casación, “es un episodio menor en sí mismo” dijo, pero “me preocupa la metodología de designación y lo que refleja”. Auat considera que la designación “fue a dedo” a pedido de uno de los integrantes de la Cámara.
Mientras hablaba Auat, como todos tenían sólo cinco minutos para hablar, eran apurados para culminar, el fiscal sufrió ese mismo apuro. Al ser tocado con el dedo por uno de los coordinadores de la mesa: “Me están apurando che” dijo, “no hay independencia judicial”, exclamó. Las risas se escucharon en todo el salón.
“La Justicia no puede inspirarle temor a la gente. El ciudadano de a pie no entiende lo que dicen los jueces en sus sentencias inentendibles y así, no puede haber Justicia. Hay que transparentar la administración de Justicia: no se puede funcionar en base al secreto” dijo la Defensora General, Stella Maris Martínez y agregó: “Hay que abrirse a la gente, y este proceso de "Justicia Legítima" busca eso: poner en contacto la Justicia con la gente. La Justicia, antes que ser un poder, es un servicio público”.
Al término de esta edición se encontraba hablando el juez porteño Horacio Corti, quien dejó una frase que podría considerarse como uno de los espíritus, no el único, de la reunión, que fue ejemplificada con el “17 de octubre” y “la ronda de los jueves”. Necesitamos “una visión nacional y popular del Derecho”, dijo.