El cambio de Gobierno también afectará el funcionamiento de la Corte Suprema. Los pliegos de los dos candidatos para ocupar las vacantes del Máximo Tribunal ingresaron al Senado, sin embargo, deberán ser tratados luego de que se renueven las bancas. En el medio se efectivizará la ida de Carlos Fayt.
La integración de la Corte Suprema de Justicia de la Nación se encuentra en el centro de la escena judicial desde hace un año. Las muertes de Carmen Argibay y Santiago Petracchi dejaron al Máximo Tribunal con los 5 miembros estipulados por la Ley 26.183. Pero en diciembre de 2014 la renuncia de Raúl Zaffaroni abrió las puertas al recambio.
Una conformación compleja
Entrado el 2015 y dentro del plazo previsto por el decreto 222/03, el Poder Ejecutivo oficializó la candidatura de Roberto Manuel Carlés, el abogado de 33 años que lideró la comisión elaboradora del anteproyecto del Código Penal de la Nación.
Su candidatura avanzó hasta la audiencia pública exigida por el Decreto, pero su nombramiento quedó estancado en el Senado ya que no se lograron obtener las mayorías suficientes para ocupar la silla que dejó Zaffaroni.
En septiembre, además, se hizo pública la renuncia del ministro decano, Carlos Fayt, que iba a efectivizarse recién el 11 de diciembre, un día después del cambio de gobierno. A partir del 12, la Corte funcionaría con 3 miembros.
Sin novedades a la vista, los meses pasaron hasta que a fines de octubre y luego de las elecciones que dejaron como resultado que Mauricio Macri y Daniel Scioli deberían enfrentarse en un ballottage, el Poder Ejecutivo retiró el pliego de Carlés y postuló a dos nuevos candidatos: el juez de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Eugenio Sarrabayrouse, y el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Domingo Sesín.
Desde ese momento se inició el proceso que deben afrontar los candidatos a ocupar un lugar ante el Máximo Tribunal de Justicia: la publicación de su candidatura, el plazo para que la ciudadanía presente adhesiones e impugnaciones y, finalmente, el envío de su pliego al Senado.
La Cámara Alta recibió los pliegos y en el día miércoles 25 de noviembre le dio estado parlamentario. En la reunión de la Comisión de Acuerdos prevista para el día de hoy se iban a discutir las candidaturas.
Pero hay una cuestión que es central en este aspecto, los tiempos previstos tanto por el Decreto como por el Reglamento de la propia Cámara no permiten que la designación de los postulantes sea sino hasta después del 10 de diciembre, fecha en la que asumirá el nuevo gobierno y en la que también cambiará la composición del Senado.
Qué dice el Reglamento
El reglamento del Senado estipula que los pliegos del Poder Ejecutivo solicitando acuerdo, tendrán entrada en sesión pública y dentro de los dos días hábiles “la Secretaría Parlamentaria los dará a conocer por intermedio de la sala de periodistas de la Cámara, a fin de facilitar el ejercicio del derecho de los ciudadanos a observar las calidades y méritos de las personas propuestas”.
Luego de eso comienzan a operar los plazos. El artículo 22 del texto posibilita a los ciudadanos a realizar observaciones dentro de los siete días hábiles siguientes, “a partir del momento en que el pedido de acuerdo tenga estado parlamentario a través de su lectura en el recinto”.
Para el caso específico de las solicitudes de acuerdos para jueces y conjueces de la Corte Suprema de Justicia, la Secretaría Parlamentaria deberá arbitrar “las medidas necesarias para darlos a conocer además, mediante su publicación en el sitio Internet de esta Cámara, en el Boletín Oficial y en los dos diarios de mayor circulación del país, durante dos días, con una antelación no menor de quince días corridos de la fecha de celebración de la audiencia pública”.
Luego de la audiencia el Cuerpo deberá producir dictamen fundado, a la mayor brevedad posible, aconsejando hacer lugar o rechazar el pedido de acuerdo solicitado por el Poder Ejecutivo.
Las dificultades
El inminente cambio de banda presidencial hace imposible que el trámite de designación concluya antes del 10 de diciembre. Por lo que el Senado tendrá que discutir las designaciones con la nueva conformación.
Allí se abre otro interrogante. El primero es si el Ejecutivo comandado por Macri esté de acuerdo con las postulaciones de la administración anterior o retire los pliegos, como ocurrió con Carlés. El otro es que, aún de continuar con el trámite iniciado, el Senado logre la aprobación del pliego. Es que el Frente Para la Victoria no tiene la mayoría de dos tercios necesarias para que prospere la propuesta, por lo que deberá consensuar con los otros espacios políticos.
Por si fuera poco, legisladores de la oposición formularon desde principios de año que no iban a aprobar a los candidatos propuestos hasta que no cambien las autoridades, postura que se mantuvo tanto con Carlés como con Sarrabayrouse y Sesín.
Mientras tanto, el reelecto presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, señaló el último martes en ocasión de un brindis con periodistas, que era necesario que se cubran las vacantes en la Corte.