Mucho ruido y muchas nueces

Bocas tapadas por cintas negras. Los carteles rezaban frases como "Se robaron todo"; "¿Justicia independiente?"; "Usurpadores". Esa fue la reacción de una parcialidad de quienes se encontraban presenciando el plenario extraordinario del Consejo de la Magistratura celebrado este lunes, cuando se decidió responder positivamente a la acordada de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que permitía el ingreso del diputado de PRO, Pablo Tonelli, a la banca que le corresponde al bloque mayoritario de la Cámara Baja.

Los argumentos de parte del nuevo oficialismo dentro del Consejo fueron que las medidas cautelares presentadas en contra de que Tonelli pueda ocupar lugar vacante (que el Frente para la Victoria (FpV) reclamaba como propio) no se encontraban vigentes. Así lo expresó el representante del Poder Ejecutivo, Juan Mahiques, quien argumentó que, además, había un acto administrativo que no estaba impugnado, que es nada menos que la resolución cursada por el presidente de la Cámara Baja, Emilio Monzó, donde dictaminaba que el interbloque Cambiemos es la primera minoría.

En tanto, desde el FpV señalaron que la ley del Consejo de la Magistratura no dice nada acerca de interbloques, que menciona a los bloques y que en este sentido es el suyo el que tiene la mayor cantidad de legisladores. Que tanto la Unión Cívica Radical (UCR) como el PRO tienen sus representantes pero que la resolución de Monzó se trató de una maniobra.

La reunión no fue bien manejada por el presidente del órgano de la administración de Justicia, Miguel Piedecasas: cuando los consejeros kirchneristas pidieron un cuarto intermedio de media hora para contestar lo que ya era una decisión irreversible, debido a la mayoría oficialista, la petición fue negada. En principio, porque el pedido fue de media hora; cuando el consejero Héctor Recalde solicitó veinte minutos, se volvió a negar el pedido, a través de una votación.

Esto provocó que la sesión casi se levantara en ese momento, ya que el diputado y consejero explicó, después de las negativas, que no había podido dar sus argumentos. "Si la respuesta no amerita veinte minutos para que podamos fundamentar correctamente nuestra posición, nos retiramos", se enojó. Los carteles surgieron entre la gente que estaba presente que demostraba, a todas luces, del enojo que existe en la nueva oposición dentro del Consejo.

Dejando en claro que no había ningún tipo de animosidad contra la persona de Pablo Tonelli, Recalde aclaró que cuando fue su turno de comandar el Consejo por ser el decano, siempre dejó que todos hablaran y se tomaran el tiempo que creían necesario para exponer sus posiciones. Por este motivo, y ante la negativa del cuarto intermedio y los fuertes cruces que se sucedieron, el encuentro había superado largamente el control de Piedecasas, quien a su vez, manteniendo las formas, tuvo que elevar la voz en repetidas ocasiones.

Después de algunos cruces y señalamientos, fundamentalmente entre los legisladores de ambas partes, la reunión comenzó a calmarse y fue entonces cuando la consejera Gabriela Vázquez brindó algunos fundamentos que tocaban más de lleno la cuestión de fondo. La camarista laboral, sentada en un sillón apartado del resto de los consejeros, aseguró que antes de la reunión convocada en un plazo de 72 horas estudió el tema el pie de la letra y que la designación de Tonelli, según su criterio, no debía llevarse a cabo.

En principio, señaló que la vacante le correspondía a un espacio político y el reemplazo venía a completar un mandato, por lo que lo correcto sería que lo lleve a cabo alguien del mismo partido o frente. "Si Valdés (por Gustavo, consejero y legislador de la UCR) decidiera irse a vivir a Suecia, su mandato debería ser cumplido por alguien del mismo bloque. La ley habla de bloques y no de interbloques, y además, cuando el consejero Eduardo De Pedro fue nombrado, en noviembre de 2014, no existía el frente Cambiemos, y es el número de legisladores de entonces el que debe tenerse en cuenta".

Al mismo tiempo, refirió que una decisión como la de nombrar a Tonelli ignorando estos argumentos, requeriría una mayoría especial y no una simple, por lo que solicitó que se vote en este sentido para ver qué tipo de mayoría se debía aplicar al caso. Pero para entonces, ya se había denegado la moción de cuarto intermedio, se votó una moción de orden, y, finalmente, el expediente a favor de la resolución de la Corte Suprema. Para el momento en que Vázquez hizo su pedido, ya estaba todo dicho.

La camarista laboral pidió que se deje constancia de que no se votó su pedido y que se avanzó sin su acuerdo final respecto de esta cuestión. Mientras tanto, el resto de los consejeros de la oposición se mostraron disconformes con el encuentro en general, ante la mirada atenta del ex secretario de Justicia, Julián Álvarez, quien asistió al encuentro y lo presenció desde la primera fila del espacio reservado para los asesores en el recinto del edificio de Libertad al 700.

En su intervención final, el senador del FpV, Ruperto Godoy, afirmó que todo el asunto se trató de una maniobra y, en un acalorado discurso, apuntó contra la UCR y expresó que no entendía cómo un partido con amplia tradición democrática podía prestarse a algo así. No lo entendía, pero sabía por qué lo hacía, precisó. "Están gobernando por decretos y traen a un consejero de facto", cerró su intervención, mientras parte de los asistentes comenzaron a aplaudirlo.

Esto provocó que Piedecasas interviniera y se quejara de los aplausos, elevando nuevamente su voz, y notoriamente nervioso por la situación que lo ponía en un lugar incómodo. La reunión terminó cuando se refirió a Godoy como "doctor" y el integrante de la Cámara Alta le replicó en un grito: "¡No soy doctor!". Las risas marcaron el final del encuentro, pero la historia, según afirmaron los consejeros de la oposición, no terminará este lunes.