El Máximo Tribunal de Justicia puso freno a las designaciones de dos secretarios como jueces subrogantes, dispuestos por el Consejo de la Magistratura de la Nación. El Tribunal le recordó al órgano que la decisión no se ajustaba a las pautas fijadas en el fallo “Uriarte”.
El fallo “Uriarte”, de noviembre de 2015, que decretó la inconstitucionalidad de la Ley de Subrogancias y fijó pautas transitorias para la designación de magistrados subrogantes no fue el final del juego para la discusión.
Tras el punto final a las funciones de Norberto Frontini y Roberto Boico en la Cámara Federal de Casación Penal, ahora se sumó un nuevo capítulo en la saga de los secretarios que son designados como jueces subrogantes: a través de una resolución, la Corte Suprema declaró que las designaciones de secretarios como jueces subrogantes de los Juzgados de Bariloche y Zapala no se ajustaban a lo dispuesto en “Uriarte”.
La Corte, integrada por los ministros Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda, intervino en la causa a pedido de la Cámara Federal de General Roca, quien abrió un expediente – caratulado “Designación de Jueces Subrogantes (Fallo Uriarte)” pidiéndole al Máximo Tribunal que, en ejercicio de las atribuciones que le reconoce la Constitución Nacional, tome intervención “a fin de verificar si el Consejo de la Magistratura al dictar las resoluciones 1/16 2/16 se ha apartado de las estrictas pautas establecidas en materia de subrogaciones en el fallo dictado por este Tribunal”.
El consejo había dispuesto en esas resoluciones que las vacantes existentes en dos de tres Juzgados de Primera Instancia, que se encuentran bajo la órbita de esa Cámara Federal, sean cubiertas por secretarios.
Se trató de los Juzgados Federales de Zapala y San Carlos de Bariloche. En el primero se designó como subrogante la secretaria del Juzgado Federal N° de Neuquén, María Silvina Dominguez, que venía desempeñándose en tal condición. Lo mismo que en el caso de Bariloche, donde se designó como juez subrogante al secretario Walter López da Silva. En el restante Juzgado – de General Roca- se había designado como subrogante a la jueza titular del Juzgado Federal N° de Neuquén, María Carolina Pandolfi, quien reemplazo al anterior subrogante, el secretario del Juzgado Criminal Correccional Federal N° 7 de la Capital Federal, Jorge García Davini.
La Cámara Federal de General Roca expuso ante los supremos que, tras realizar “diversas consideraciones sobre las facultades que le asisten en materia de superintendencia sobre la jurisdicción y acerca del alcance de la resolución tomada por el Consejo”, a la luz de lo decidido por el Alto Tribunal en el fallo “Uriarte”, “en el temor de que -si así fuera considerado- las designaciones recaídas en los juzgados federales que dependen de esa cámara estarian invalidadas ab initio”.
La preocupación manifestada tenía asidero jurídico, ya que los integrantes del Máximo Tribunal entendieron que las designaciones no respetaban las exigencias dispuestas en el precedente indicado. “Se advierte de manera objetiva que la resolución del Consejo de la Magistratura no observa el parámetro expresamente establecido por el Tribunal (…) para la designación de jueces subrogantes en los juzgados de primera instancia”, resalta la resolución.
Ello era sí, dado que ninguno de los secretarios reunía la calidad de juez titular designado “conforme los procedimientos establecidos por la Constitución Nacional”, y que sí se cumplía respecto de quien ocupa la vacante en el restante Juzgado la magistrada designada para subrogar en la vacante existente en el Juzgado de General Roca.
En la misma resolución, la Corte ordenó poner en conocimiento del Consejo la decisión adoptada para que efectúe” con la mayor celeridad las designaciones de jueces subrogantes en las vacantes existentes en los juzgados señalados en el punto anterior”.