Este lunes el flamante ministro Carlos Fernando Rosenkrantz juró ante el Máximo Tribunal. Tras años de espera, la Corte Suprema de Justicia de la Nación finalmente funcionará con el número de jueces dispuesto por Ley. Los desafíos de la nueva Corte: el tarifazo eléctrico y otras causas resonantes.
Pasaron 25 años y dos reformas en el medio, pero la Corte Suprema de Justicia de la Nación vuelve funcionar con su número histórico de integrantes. Este lunes Carlos Fernando Rosenkrantz se transformó oficialmente en el quinto supremo, tras una ceremonia desarrollada en el Salón de Actos del Palacio de Justicia.
En una audiencia con un nutrido público, donde estuvieron presentes la vicepresidente Gabriela Michetti, el jefe de Gabinete Marcos Peña, el ministro de Justicia Germán Garavano, los legisladores Juan Manuel Abal Medina, Eduardo Amadeo, el presidente del Consejo de la Magistratura de la Nación, Miguel Piedecasas, y los consejeros Pablo Tonelli, Juan Bautista Mahiques y Adriana Donato. La procuradora General Alejandra Gils Carbó también fue parte del auditorio. Otro de las presencias destacadas fue la de Gustavo Bossert, ex ministro del Alto Tribunal.
También dieron presente la vicepresidente de la Corte bonaerense, Hilda Kogan y el ministro de Justicia de esa provincia, Gustavo Ferrari. Los presidentes de las Cámaras Nacionales y Federales con asiento en la Capital Federal también fueron parte de la ceremonia, Alejandro Slokar, Horacio Dias fueron alguno de los nombres. Ninguno de los jueces federales de Comodoro Py estuvieron en el Salón de Actos del Alto Tribunal.
El acto duró pocos minutos, comenzó con la lectura del decreto 804/2016 por el cual el presidente Mauricio Macri designó a Rosenkrantz como juez de la Corte Suprema, tras lo cual el presidente del Máximo Tribunal, Ricardo Lorenzetti, le tomó juramento "por la patria y por vuestro honor".
Tras ello, el auditorio fue despejado. A diferencia de lo ocurrido con Horacio Rosatti, el nuevo supremo decidió no hablar con la prensa.
La Corte, finalmente con cinco miembros
Salvo los últimos meses de 2014, antes de la oficialización de la renuncia de Raúl Zaffaroni, desde los primeros años del menemismo que el Alto Tribunal no funciona con los cinco supremos, el número que tuvo la mayor parte de su historia desde su creación, en 1853.
Rosenkrantz se suma así a una Corte renovada, tras la ida del histórico ministro Carlos Fayt el pasado diciembre y la llegada de Horacio Rosatti en junio. La composición del Alto Tribunal no se veía alterada de esa forma desde la renovación que impuso el gobierno de Néstor Kirchner, que implicó el alejamiento de supremos vinculados con la “mayoría automática” del menemismo, y la llegada de juristas respetados como el propio Zaffaroni, Carmen Argibay, Elena Highton de Nolasco y Ricardo Lorenzetti.
Justamente Lorenzetti, como presidente de la Corte Suprema, fue quien le tomó juramento a Rosenkrantz, que asumió el cargo tras la aprobación de su pliego por parte del Senado de la Nación, y de esa manera evitó, como Rosatti, tomar posesión del cargo por Decreto y “en comisión”, lo que le había aparejado numerosas críticas. En su audiencia pública ante la Cámara Alta admitió que “dadas las circunstancias, la asunción no hubiera sido una posibilidad para mi”
Rosenkrantz, que no tiene antecedentes como juez, ejerció toda su vida la profesión de abogado, lo que acompaño a sus tareas como docente: en el último tiempo fue rector de la Universidad San Andrés. También fue asesor en del gobierno radical de Raúl Alfonsín en el Consejo para la Consolidación para la Democracia, y en la Convención Constituyente de 1994.
Con un perfil “técnico”, en la audiencia pública también dio señales sobre cómo entiende el rol del Poder Judicial a la hora de resolver conflictos de eminente tinte político: sostuvo que los jueces “no deben gobernar”, pero reconoció que “establecer el límite de cuándo la Justicia se convierte en gobierno es complicado”.
También opinó que "el rol de un juez es determinar si lo que existe es constitucional o no, y no si es bueno o no" y dijo que no cree que los magistrados estén "habilitados a hacer cambios de sintonía gruesa", sino "sólo cambios microscópicos".
"Mi mejor argumento sobre por qué debo ser designado es que soy claramente consciente de que Argentina no necesita superjueces ni la exaltación de la individualidad, sino reconstruir una práctica de la ley del derecho que nos permita resolver los problemas", concluyó el ahora ministro en esa ocasión
El nuevo ministro no tuvo la oportunidad de plasmar en el fallo “CEPIS”, sobre la cuestión atinente al tarifazo de gas, cómo calificaría el rol de la Justicia a la hora de resolver ese conflicto. Igualmente, tendrá la chance de hacerlo próximamente cuando el Máximo Tribunal se pronuncie sobre el freno judicial al aumento de la electricidad dispuesto por la Cámara Federal de La Plata en la causa “Abarca”, y en caso de darse la oportunidad, en el expediente “Fernández” donde la jueza de San Martín Martina Fons decretó una cautelar sobre los aumentos de electricidad para todo el país.
Según pudo saber Diario Judicial, la Corte tiene previsto que la resolución por la causa "Abarca" sea dictada el próximo 6 de septiembre.