Fuentes judiciales confirmaron que la juez Clelia Oliva Hernández aceptó la recusación y admitió que, por haber integrado el tribunal que juzgó a Branca y los otros acusados durante cuatro meses “ya se había formado criterio” sobre la responsabilidad de los encausados.
En cambio, otro camarista, Ernesto Gandolfi, rechazó la recusación, pero igual decidió apartarse, indicaron las fuentes. En tanto, el tercer juez, Fernando Oyuela, un magistrado jubilado que había sido designado especialmente para el segundo juicio, adoptó el mismo criterio que Gandolfi y también se apartó.
Ahora, la sala III de la Cámara de Casación, debe sortear otro tribunal para que se haga cargo del proceso. Fuentes de las defensas de los acusados indicaron que, aunque la semana que viene se sabrá el tribunal designado, el nuevo juicio no comenzará hasta el año que viene, porque los jueces deben tomarse tiempo para analizar el expediente.
El 12 de julio último una pancreatitis aguda que sufrió el camarista Héctor Acuña obligó a anular el primer proceso oral contra el ex juez y otros imputados en 38 maniobras de contrabandos con taxis aéreos por sumas multimillonarias desde el aeropuerto de Ezeiza.
Hasta ese momento, habían pasado más de 170 testigos por la sala de audiencias ubicada en la Planta Baja del edificio de los tribunales federales y varias jornadas se consumieron en escuchas telefónicas y la exhibición de horas de videos sobre las actividades de los acusados en dicho aeropuerto.
El 14 de agosto último, el juicio se iba a reiniciar en el mismo tribunal, pero con la intervención de otro juez, Oyuela, designado especialmente por el Consejo de la Magistratura. Sin embargo, los defensores lo recusaron por ser el padre de uno de los querellantes y extendieron la recusación a Hernández y Gandolfi, porque se habrían “formado un criterio” por los meses de debate anulados.