El Tribunal Oral Penal N° 1 de Corrientes condenó a un hombre a prisión por abusar sexualmente de su hijastra, menor de edad, en dos oportunidades. A pesar de los intentos de la defensa del imputado por desacreditar el relato de la víctima, los jueces tomaron como prueba principal su declaración.
En los autos "A., J. C. P/ ABUSO SEXUAL SIMPLE AGRAVADO POR EL VINCULO Y LA SITUACION DE CONVIVENCIA", un hombre fue acusado de abusar sexualmente de su hijastra, menor de edad, mientras ella dormía la siesta junto a sus dos hermanos.
Según el relato de la víctima, de 12 años, el imputado abusó de ella en dos oportunidades. La primera, cuando se encontraba acostada junto a sus hermanos, de uno y tres años, y él comenzó a tocarle las piernas, los brazos y la espalda y, dos años más tarde, cuando se metió a la ducha y volvió a tocarle sin su consentimiento.
A pesar de los intentos de la defensa del padre de desacreditar la declaración de la menor, los integrantes del Tribunal sostuvieron que su relato fue claro, coherente, cargado de emotividad, adunado a ello que no encuentra respuesta porque le hizo eso la persona que ella considera su padre. Además, la denuncia fue hecha por la madre de la joven.
Los jueces tuvieron en cuenta el informe psicológico forense, del que se extrae que no se advierte alteraciones en su criterio de realidad al momento de la entrevista. Su discurso es claro y organizado y muestra una intensa carga de ansiedad y angustia directamente asociada a los motivos de la presente causa.
"La pregunta que cabe hacernos es ¿qué sentido tendría denunciar a una persona que legalmente es su padre como autor de un abuso, si no fuera cierto, cuando en rigor de verdad el problema se suscita con la madre?", expresaron los magistrados ante la hipótesis planteada por la defensa. Añadieron que "a todas luces resulta ilógico ese razonamiento, más allá de la rebeldía de la menor, a quien en todo momento se la noto muy sincera".
"Por si eso fuera poco, nótese que ella refirió su deseo de vivir con su abuela, que está esperando cumplir los 18 años para irse de su casa en la que actualmente convive con su madre, en consecuencia, la hipótesis de la defensa se desvanece en base a lo apuntado", coincidieron los camaristas.
Por todo lo expuesto, resolvieron condenar al imputado a la pena de tres años de prisión por abuso sexual agravado por el vínculo y ordenaron la realización de un tratamiento psicoterapéutico de la menor.