Una mujer reclamó los daños y perjuicios por mala praxis médica a raíz de un tratamiento de depilación médica definitiva con luz pulsada que le produjo quemaduras de primer grado a lo largo y ancho de sus piernas. La Cámara Civil le dio la razón, dado que contrató un “inocuo” tratamiento que culminó con quemaduras.
Una joven concurrió a un centro de estética para realizarse un tratamiento de depilación médica definitiva. Sin embargo, el resultado no fue el esperado y la mujer debió ser asistida en el Hospital del Quemado, donde luego de examinarla le diagnosticaron quemaduras de primer grado.
La sentencia de primera instancia hizo lugar a la demanda y condenó a las demandadas, en el marco de los autos “P., C. M. V. c/ I. SRL y otro s/ Daños y Perjuicios”.
En este escenario, la Cámara Nacional de la Apelaciones en lo Civil explicó que, en el caso, se debate un “supuesto de responsabilidad profesional derivada de daños causados mediante el empleo de cosas”, ya que la actora habría resultado lesionada a causa de las quemaduras que le provocó la máquina de depilación definitiva (IPL).
“El buen funcionamiento de dicho aparato estaba a cargo de las demandadas y por ello también el deber de emplearlo adecuadamente y de controlar, durante la sesión, que su utilización no provocase perjuicios a la paciente”, continuó el fallo.
Los jueces señalaron que “no se discute que las quemaduras sufridas por la actora fueron producidas por el equipo de depilación definitiva que estaba bajo el control y a cargo de las codemandadas”, y añadieron: “Las quemaduras revelan por sí mismas que alguna circunstancia anómala sucedió en la sesión”.
Para los vocales, “se encuentra probado el contacto físico entre la cosa riesgosa o viciosa y el menoscabo que experimentó la demandante y aun cuando, en una primera etapa del examen de la cuestión, no pueda conocerse a ciencia cierta cuál fue la causa del daño”.
De este modo, los camaristas concluyeron que “ya sea por mal funcionamiento, anomalías no detectadas previamente, mal empleo o cualquier otro motivo, el uso del equipo de IPL fue lo que afectó la piel de la actora, quien había contratado un inocuo tratamiento de depilación definitiva que culminó con quemaduras en la zona de sus piernas”.