La Cámara Civil confirmó la nulidad de un matrimonio por configurarse un error de la esposa acerca en las "cualidades personales" del marido, quien simuló afecto e intención de desarrollar un proyecto en común para despojarla de sus bienes.
La Sala A de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil confirmó una sentencia de grado que hizo lugar a la demanda de nulidad de un matrimonio por "configurarse un error de la esposa acerca en las cualidades personales" del marido, quien simuló afecto e intención de desarrollar un proyecto en común para despojarla de sus bienes.
La causa tramitó en los autos “R., M. L. c/ P., O. H. s/ Nulidad de matrimonio” por una acción de nulidad de matrimonio promovida por la esposa, quien alegó error acerca de las cualidades personales del marido.
La demandante conoció al emplazado en un encuentro denominado “solos y solas”. Al poco tiempo empezaron a convivir, y meses más tarde, se casaron. Sin embargo, la mujer relató que “vivió un calvario” durante el matrimonio y denunció situaciones de violencia familiar.
La sentencia de primera instancia hizo lugar a la demanda y declaró la nulidad del matrimonio por “configurarse un error de la esposa acerca en las cualidades personales del marido, provocado por el comportamiento doloso” del cónyuge".
El juez de grado consideró que el demandado “ocultó sus reales intenciones para contraer matrimonio”, lo que afectó el consentimiento matrimonial. Según sostuvo en su fallo, “la actora, de haber conocido la falta de compromiso y su finalidad de defraudarla, no habría contraído nupcias”.
En este escenario, la Cámara de Apelaciones en lo Civil afirmó que el demandado no se casó para “cristalizar un proyecto en común” y “compartir su vida junto a ella”, sino que “tenía un interés distinto, que fue ocultado a su prometida, y que consistía en quedarse con su patrimonio”.
El tribunal concluyó que el matrimonio “se encontraba viciado por el dolo desplegado por el marido, quien simuló afecto e intención de desarrollar un proyecto en común allí donde sólo había un plan.
Los vocales destacaron que la actora se “alejó de sus familiares y amigos”. También resaltaron que, “en un muy corto intervalo de tiempo, vendió sus bienes, tanto los inmuebles como el automóvil, siempre con intervención de su marido y/o los hijos de este”.
“Una vez que firmó el acta de matrimonio ante el Registro Civil correspondiente fue detrás de su objetivo: sacarle todo a quien ya era su esposa. A lo que se suma que la actora se separó de hecho al poco tiempo de casarse -dos meses después de la celebración del matrimonio- lo que no deja dudas de que, de haber conocido las verdaderas intenciones del demandado, la Sra. R. no habría contraído nupcias con él”, señaló el fallo.
En consecuencia, el tribunal concluyó que el matrimonio “se encontraba viciado por el dolo desplegado por el marido, quien simuló afecto e intención de desarrollar un proyecto en común allí donde sólo había un plan – consumado casi inmediatamente después de contraer las nupcias- para despojar a la actora de sus bienes”.