La Comisión del Disciplina aprobó el dictamen que impulsa el juicio político contra el juez Mario Reynaldi, acusado de encubrir casos de trata. El magistrado quedó al borde de la destitución.
La Comisión de Disciplina y Acusación del Consejo de la Magistratura resolvió por mayoría recomendar al Plenario del cuerpo el inicio de un proceso de juicio político contra el juez Mario Reynaldi por presunto “mal desempeño de sus funciones”.
De este modo, los consejeros decidieron avanzar con la acusación contra el integrante del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Santa Cruz y así dejar de lado la propuesta de minoría, que recomendaba aplicarle solo una sanción económica.
El magistrado quedó al borde del juicio político a raíz de una presentación del titular de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas, Marcelo Colombo, quien denunció la presunta relación entre el magistrado y ex policía Horario Herrera, imputado en una causa por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual en la ciudad de Río Gallegos.
La acusación se centró en una serie de escuchas telefónicas entre el magistrado y el comisario retirado, cuyo teléfono estaba intervenido por la investigación judicial. Concretamente, el juez mantuvo con Herrera un total de 71 llamadas y 32 mensajes de texto durante un periodo de tres meses.
El fiscal aseguró que Reynaldi “no sólo ha mantenido una fluida comunicación con una persona imputada por el delito de trata de personas”, sino que “tenía conocimiento de la actividad desarrollada”.
En su descargo, el magistrado negó “toda autoría y responsabilidad” de los cargos achacados, pero reconoció haber aportado información a Herrera respecto de quien podía ayudarlo a realizar un trámite en la Aduana de Río Gallegos, además de gestionar cuestiones relaciones con el divorcio del ex comisario.
“Resulta necesario resaltar la actitud de Reynaldi de haber mantenido contacto permanente con quien se encontraba imputado en una causa penal por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual, a sabiendas de ello, afectándose así la investidura y decoro de sus funciones”, señaló el dictamen que aprobó la Comisión.
Tras varios meses de investigación, la consejera Adriana Donato solicitó la apertura del procedimiento de remoción, suspensión y acusación ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados contra Reynaldi.
“Los hechos investigados y que (…) se imputan al magistrado no son hechos comunes o menores, sino que se tratan de hechos que se enmarcan en una causa judicial que tiene por objeto investigar el flagelo de la trata de personas y varias conductas que se dan en el ámbito mayor de la criminalidad organizada”, remarcó.
El dictamen acusatorio tuvo por acreditada la relación de “amistad” entre Reynaldi y Herrera, al igual que el “asiduo intercambio telefónico” y “contacto habitual” entre ambos en plena época de la investigación.
“Resulta necesario resaltar la actitud de Reynaldi de haber mantenido contacto permanente con quien se encontraba imputado en una causa penal por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual, a sabiendas de ello, afectándose así la investidura y decoro de sus funciones”, señaló el dictamen que aprobó la Comisión.
También le atribuyó, entre otros cargos, haber “obtenido y utilizado información de una causa judicial para alertar” a su amigo imputado sobre las medidas, a fin de “beneficiarlo de tal modo, frustrando además la eficacia de la medida y perjudicando gravemente el curso de la investigación”.