El 9 de septiembre de 1947 se consagró la Ley 13.010 que habilitó el sufragio femenino. Las mujeres votaron por primera vez en las elecciones presidenciales de 1951 y representaron el 48,9% del padrón electoral.
Años después, 35 para se exactos, de la aprobación de la Ley Sáenz Peña, que estableció el voto secreto y obligatorio para los hombres argentinos, el país mostraba un avance en materia de derechos para las mujeres y las autorizaba a participar del proceso electoral por primera vez.
El 9 de septiembre de 1947, durante la presidencia de Juan Domingo Perón, se sancionó la Ley 13.010 que habilitó el sufragio femenino y se promulgó el 23 de septiembre del mismo año. Todas las mujeres que votaron por primera vez en las elecciones de 1951 debían cumplir con algunos requisitos: ser ciudadana argentina, mayor de edad, saber leer y escribir, ejercer una profesión y residir en la ciudad de votación.
La sanción de la ley estaba acompañada por el clima de época, donde las mujeres se organizaron y salieron a las calles bajo el lema “la mujer puede y debe votar“. Además de poder sufragar, la ley les permitió ser candidatas y, por primera vez en Argentina, se eligieron diputadas y senadoras para integrar el Congreso de la Nación.
La lucha por el voto femenino, donde se destacan algunas figuras como la de Julieta Lanteri o Eva Duarte de Perón, fue larga y con muchos rechazos del Congreso en el camino. Los políticos de la época sostenían que a las mujeres había que reconocerles sus derechos "de manera gradual" porque consideraban que no estaban listas para "afrontar las mismas responsabilidades y obligaciones civiles que los hombres".
La sanción de la ley estaba acompañada por el clima de época, donde las mujeres se organizaron y salieron a las calles bajo el lema “la mujer puede y debe votar“. Además de poder sufragar, la ley les permitió ser candidatas y, por primera vez en Argentina, se eligieron diputadas y senadoras para integrar el Congreso de la Nación.
San Juan, la pionera
Si bien la ley, con todas las formalidades que conlleva, fue promulgada en 1951, los archivos muestran que las primeras en alcanzar este derecho fueron las sanjuaninas en 1928, gracias al gobierno provincial que decidió mediante un decreto incluir el voto femenino para las mujeres mayores de edad y residentes.
Durante el gobierno de Aldo Cantoni también se nombró como miembro de la Cámara de Representantes a Emar Acosta. La sanjuanina era abogada y política que ejerció como jueza y legisladora provincial, y fue la primera mujer en ser elegida para un cargo electivo en América Latina.
Esta primera participación política de las mujeres duró poco y quedó trunco en 1934 con la intervención federal del gobierno de Hipólito Irigoyen que canceló todas las medidas tomadas por el gobernador Cantoni.
En San Juan, la igualdad de condiciones políticas para ambos sexos, data del año 1927 no como una norma legal, sino como un derecho constitucional, ya que fue incorporado al texto de la Carta Magna Provincial, reformada ese año.