La Justicia de Córdoba, a través de la Asesoría Móvil, resuelve casos por Whatsapp en los barrios. La idea, promovida por varias organizaciones sociales, consiste en “Sacar a la Justicia del Palacio”.
Con el aval del TSJ de Córdoba, la jueza de familia Silvia Morcillo, la abogada Myriam Rebuffo y organizaciones sociales con referentes territoriales llevaron adelante la iniciativa de la Asesoría Móvil; teniendo por objetivo facilitar el acceso a la Justicia para las personas en situación de vulnerabilidad.
La asesoría Móvil recorre barrios y localidades de la ciudad de Córdoba y también de las Sierras Chicas. El programa implementó un sistema por el cual instala dos días al mes en determinados barrios de la ciudad una carpa y todo lo necesario para dar respuesta a las solicitudes de los vecinos.
La experiencia, además de su función social, aporta a la construcción de ciudadanía, en la medida en que sirve para que el vecino conozca sus derechos y sepa adónde recurrir en pos de defenderlos.
Desde el mismo barrio, sacan una foto a los formularios, la documentación y todos los requisitos que se necesitan para concretar un trámite judicial. Eso se envía vía Whatsapp a una oficina del Juzgado de Familias a donde se incorpora el trámite en el sistema.
Con la consigna de “Sacar a la Justicia del Palacio, integrantes de la Asesoría Móvil han asegurado que muchas personas en situación de pobreza no tienen dinero para el transporte; no saben qué papeles llevar; no cuentan con otra persona para dejar a sus hijos o, simplemente, no se atreven a cruzar las puertas de los juzgados.
En tal sentido, la abogada y la magistrada a cargo han destacado que “en los despachos, quedamos muy alejados de la situación que se vive afuera” por lo que “ideamos este sistema para salir de los escritorios (…) implementamos un grupo de WhatsApp para hacer los trámites”.
Desde el mismo barrio, sacan una foto a los formularios, la documentación y todos los requisitos que se necesitan para concretar un trámite judicial. Eso se envía vía Whatsapp a una oficina del Juzgado de Familias a donde se incorpora el trámite en el sistema.
Luego, desde ese lugar sale el mensaje que confirma que el trámite está resuelto. Por lo general, un mensaje escueto: “Ya está”. A ello le siguen una serie de acciones para concluir cada asunto, pero la gente recibe los sellos correspondientes cerca de sus casas.