En una maratónica sesión, la Cámara de Diputados de la Nación aprobó ayer una serie de leyes que benefician a las mujeres. Desde ahora, se garantizará una participación igualitaria en los festivales de música, el campo de la ciencia y se penará el acoso callejero. También se incorporó la figura de violencia política.
En lo que se supone que fue la última sesión ordinaria del año, la Cámara Baja sancionó un paquete de leyes que contribuyen a crear una realidad mas igualitaria para las mujeres.
Con 163 votos a favor, ninguno en contra y ocho abstenciones, el primer proyecto en aprobarse fue la Ley Nacional de Talles que crea un registro único y estandarizado que deberá ser actualizado cada 10 años. El “Sistema Único Normalizado de Identificación de Talles de Indumentaria” (SUNITI) se destinará a la fabricación, confección, comercialización o importación de indumentaria destinada a la población a partir de los 12 años de edad.
Para confeccionar esta tabla de talles, el Estado deberá realizar en todo el país y cada 10 años un estudio antropométrico de la población, con el fin de actualizar la base de datos.
La sesión duró hasta altas horas de la noche y contó con la presencia de la mayoría de los legisladores de los diferentes bloques. No hubo mayores controversias y, a menos que surja algún llamado extraordinario, la proxima sesión del Congreso será ya con la nueva composición por el recambio.
Regulando el espacio público
Una de las medidas más novedosas fue la ley de igualdad de derechos, oportunidades y trato entre varones, mujeres e identidad de géneros en el ámbito científico, que tiene como principal objetivo incorporar la perspectiva de género en los ámbitos de la ciencia y la tecnología.
El texto sostiene que con esta iniciativa se busca "incentivar la participación de las mujeres en la ciencia y promover la paridad de género en la composición de los órganos colegiados del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación". Para ello, los organismos deberán al menos contar con un tercio de mujeres en sus órganos de decisión o una representación equivalente al porcentaje de mujeres que integren el organismo, debiendo establecer mecanismos e incentivos que permitan llegar progresivamente a la integración paritaria.
Asimismo, la Secretaría de Tecnología deberá “organizar y mantener un registro nacional del personal comprendido en el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación en todas sus categorías y segmentos”.
Por otra parte, recibió media sanción la ley de acoso callejero, que incluye y regula dentro del Código Penal el acoso sexual en espacios públicos como delito y se fijaran multas, que van desde los $1.000 hasta los $15.000, y penas contra toda aquella persona que acose sexualmente a otro individuo en el ámbito público.
El proyecto fue resultado de un informe de 2017 que mostró que el 100% de las mujeres aseguró haber sufrido algún tipo de acoso callejero que implicó desde piropos y gritos hasta insultos o menciones grotescas sobre los genitales de la mujer.
Finalmente, una de las sanciones más celebradas fue la Ley de Cupo Femenino en los escenarios, que exige un 30% de participación de mujeres y disidencias en festivales. La iniciativa ya había conseguida la media sanción en el Senado en el mes de marzo y, según indicaron sus impulsoras, "no solo se propone visibilizar a las músicas sino también a las mujeres y disidencias que se encargan del armado de escenarios, las que hacen puesta de luces, las sonidistas y más".
La sesión duró hasta altas horas de la noche y contó con la presencia de la mayoría de los legisladores de los diferentes bloques. No hubo mayores controversias y, a menos que surja algún llamado extraordinario, la proxima sesión del Congreso será ya con la nueva composición por el recambio.
Un nuevo tipo de violencia
Uno de los proyectos aprobados más novedosos fue la incorporación de la violencia política como una de las modalidades de violencia de género previstas en la Ley N° 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.
Se entiende como violencia política a “aquella acción, conducta u omisión realizada de forma directa o a través de terceros que, basada en su género, cause daño o sufrimiento a una o a varias mujeres, y que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce y/o ejercicio de sus derechos políticos tanto en el ámbito privado como en el ámbito público, incluyendo los partidos políticos, los sindicatos, las organizaciones sociales y las organizaciones estudiantiles".
De esta manera,se suma a la violencia doméstica, institucional, laboral, contra la libertad reproductiva, obstétrica, mediática y la ocurrida en espacios públicos.