De esta forma, el abogado del preso clave del caso AMIA, Carlos Telleldín, entre otros reos famosos, es el primer imputado en la causa que se inició por la denuncia del abogado Ariel Garrido, quien se presentó en la Cámara Federal para manifestar la "preocupación" por los dichos de un cliente suyo, Miguel Ángel Acerboni, imputado en el caso de una red de naftas adulteradas desbaratada por el juez Jorge Urso y el secretario Oscar Aguirre.
Según Garrido, su cliente le informó que Stinfale, también defensor de otros detenidos en la causa, "le habría solicitado a sus defendidos diez mil pesos para el secretario de la causa, Dr. Aguirre". Siempre según esa versión "el juez de la causa (Urso) se habría dado cuenta" del supuesto arreglo "y habría solicitado más dinero", que llegaría a los 50.000 pesos.
Esta denuncia originó una denuncia de los camaristas Gabriel Cavallo y Horacio Vigliani, que recayó en el juzgado de Bonadío, quien ahora, a expensas del fiscal, resolvió indagar a la pieza clave de la investigación, Stinfale, en lo que parece revelar que la causa giró hacia investigar al presunto "gestor" de la coima y no hacia sus supuestos receptores.
La cita de febrero, en el mismísimo día de San Valentín, no será la primera entre Bonadío y Stinfale, hace pocas semanas, el juez lo interrogó pero como testigo, en una causa conexa a la del atentado contra la mutual judía AMIA.