En Escocia, una anciana de 73 años llevó a juicio a su vecina tras recibir un consolador purpura en su buzón, creyendo que se trataba de una venganza.
Propio de película de ficción. Una abuela escocesa de 73 años halló el juguete sexual de color púrpura y su hijo tuvo que explicarle de qué se trataba. Al sospechar de su vecina, y creer que se trataba de una venganza, decidió tomar medidas legales al respecto.
Sin embargo, realizado el juicio, la imputada negó las acusaciones y aseguró que estaba yendo a tirar la basura. Sin suficientes pruebas, el caso fue archivado y declararon a la acusada como inocente.
La anciana y su vecina (33 años) viven a un piso de diferencia, y si bien en un comienzo mantenían una buena relación, todo cambió cuando la abuela escosesa comenzó a molestarse por el comportamiento de la joven, quejándose con la policía en reiteradas ocasiones porque “era muy ruidosa”.
Luego de llevarse la desagradable sorpresa, sospechó que se trataba de la venganza de su vecina vecina, y para acusarla tuvo una prueba: la abuela había instalado cámaras de seguridad en la puerta de su departamento meses antes.
Tras lo sucedido, controló las grabaciones, donde se puede observar a la mujer bajar por las escaleras en pijama con un objeto en la mano y colocarlo dentro de su buzón.
Sin embargo, realizado el juicio, la imputada negó las acusaciones y aseguró que estaba yendo a tirar la basura. Sin suficientes pruebas, el caso fue archivado y declararon a la acusada como inocente.