El STJ de Corrientes que condenó a prisión perpetua a un hombre que interceptó a otro con intenciones de apoderarse de su celular y lo mató. El delincuente lo hirió con un cuchillo y la víctima murió desagrada.
El Superior Tribunal de Justicia de la provincia de Corrientes confirmó la sentencia del Tribunal Oral Penal y condenó a un hombre a la pena de prisión perpetua, por el delito de Robo Calificado por el uso de arma en grado de tentativa en concurso real con homicidio criminis causa.
El hecho ocurrió el 7 de noviembre de 2016 a las tres de la madrugada aproximadamente en la vereda de un domicilio donde estaba la víctima junto a su novia cuando el condenado se acercó con intenciones de apoderarse de un celular.
Le dijo al hombre “dame lo que tenés”, razón por la cual la víctima guardó en su bolsillo su teléfono móvil, empujó a su pareja que corrió hasta la casa de su novio a pedir auxilio, y él quedó peleando con el victimario quien lo hirió con un arma blanca. Le causó dos heridas, una de ellas mortal y luego escapó.
La sentencia destacó que "el autor mató por no haber obtenido el resultado que se propuso al intentar el otro hecho punible, es decir el robo, el cual quedó en grado de tentativa” y el acto de mayor gravedad llegó por "el despecho del condenado por el fracaso de su anterior conducta delictiva aunque no es imprescindible que sea un acto de venganza".
Los miembros del STJ tuvieron en cuenta todas las pruebas presentadas y concluyeron en que "no caben dudas sobre la existencia de los hechos perpetrados contra la víctima, ni tampoco de las circunstancias que se consignan en el fallo, de acuerdo a las constancias de la causa, sin que se advierta un decisorio arbitrario y sin un fundamento del recurrente que habilite la instancia de la casación; más que su disconformidad a la forma de sentenciarse”.
Sobre el uso del cuchillo, el fallo sostiene que “aumenta el poder ofensivo del agresor, tanto para facilitar el apoderamiento del dispositivo celular de la víctima, como luego para lograr su impunidad provocando la muerte de éste, es claro que la reunión de todas esas circunstancias, genera la convicción de que al mismo lo ha movido no solo una simple intención de robo sino también la finalidad de ocultar el otro delito".
Para los magistrados se trató de un "homicidio criminis causae que precisa una especial conexión subjetiva entre el homicidio y el otro delito, una vinculación ideológica entre los injustos, por lo que, la razón de la agravante es de naturaleza eminentemente subjetiva e independiente de que en realidad se logre o no se logre el robo".