La Sala K de la Cámara Civil confirmó una indemnización millonaria en favor de una mujer víctima de violencia de género por parte de su ex cónyuge. La actora sufrió situaciones de violencia física, verbal, emocional y sexual, lo que le causó perjuicio psíquico y moral.
En los autos “C., M. C. C/ J., F. C. S/ Daño Moral”, la Sala K de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil de la Capital Federal confirmó un reclamo por daños y perjuicios en virtud de la violencia de género que vivió una mujer durante los años que duró el vínculo con su ex esposo.
Se trata de un reclamo por los perjuicios que le habría ocasionado el obrar de su ex cónyuge, a quien le endilgó episodios de violencia por parte del demandado caracterizados por empujones, golpes, insultos y amenazadas. La mujer lo denunció varias veces y los testigos ratificaron la situación.
La pareja se casó en 1995 y se separaron de hecho en 2007, siendo que el divorcio aconteció tres años más tarde. La fecha de la separación, según consta en la causa, coincide con las primeras denuncias por violencia que efectuó la mujer, si bien las mismas se prolongaron a lo largo de los años.
En primera instancia se hizo lugar la demanda de la mujer y condenó al demandado a abonar la suma de $4.402.000, dentro de los treinta días, devengando en caso de mora, la tasa de interés activa que publica el Banco de la Nación Argentina, con costas.
El caso llegó al Tribunal de Alzada por el recurso de apelación del demandado. Tras analizar la causa, los jueces Oscar José Ameal, Osvaldo O. Álvarez y Silvia Patricia Bermejos advirtieron la "existencia de situaciones de violencia física, verbal, emocional y sexual".
Para los vocales, la mujer "ha sido víctima de hechos de violencia y destrato, por medio de agresiones físicas y verbales, tanto en su casa como en lugares públicos, lo que habilita a mantener la condena que la sentencia de primera instancia establece". Y añadieron: "La privacidad de la vida familiar no puede invisibilizar las agresiones de las que pueden ser víctimas sus integrantes".
De este modo, el Tribunal confirmó los daños en el "ánimo y tranquilidad espiritual" de la mujer, quien contaba con aproximadamente 37 años al tiempo de la primera denuncia. También advirtieron “la ruptura de su armonía y equilibrio interno”.
El juez de grado fijó por el perjuicio psíquico y su tratamiento las sumas de $240.000 y $162.000, respectivamente. Estos montos fueron confirmados por la Cámara Civil, sin embargo, se redujo la indemnización por daño moral a $1.000.000. En primera instancia se había fijado en $4.000.000, pero el demandado consideró “desmesurado e injustificado monto de resarcimiento”.
“La reconstrucción de lo sucedido permite identificar en qué medida la señora C. ha visto alterada su paz espiritual. Los vecinos escuchaban los golpes y los insultos, la empleada doméstica también los presenció, incluso sus amistades en reuniones públicas, quizás los otros padres con la agresión a la salida del colegio (…)”, señalaron los magistrados, quienes destacaron “el gran dolor espiritual que esos hechos le provocaron, consecuencia de una violencia física, verbal, emocional, sexual y económica”.
De este modo, el Tribunal confirmó los daños en el "ánimo y tranquilidad espiritual" de la mujer, quien contaba con aproximadamente 37 años al tiempo de la primera denuncia. También advirtieron “la ruptura de su armonía y equilibrio interno”.