Antes, en la audiencia, la abogada de la DAIA, Marta Nercellas, pidió la detención ni bien la ex funcionaria terminó de hablar. “Es una ofensa a la inteligencia de los aquí presentes y una falta de respeto”, dijo la abogada, cuando Menéndez apenas acababa de retirarse.
El único tema sobre el que se la interrogó durante media hora fue la escucha telefónica con Cúneo Libarona, que Diariodeljuicio.com adelantó ayer en exclusiva. Allí, se la escucha hablar sobre “el elemento” que “el emisor” le daría a un “receptor”, quien le comunica Cúneo, no se mostró dispuesto a “rebobinar”, por lo que el tema “ya se sabía en todos lados”.
Si bien a un diálogo tan críptico le caben muchas explicaciones, a juicio de los entendidos del tema AMIA la charla se entiende perfectamente si se reemplaza “elemento” por el video con diálogos entre el juez Juan José Galeano y el imputado Carlos Telleldín. En ese marco, el “emisor” es el ex comisario Juan José Ribelli y el “receptor” no es otro que Galeano, quien terminó denunciando a Ribelli y a Cúneo por “coacción”.
Es verdad que había varias explicaciones posibles a esa charla, pero Matilde Menéndez no ensayó ninguna. Sinuosa y por momentos incomprensible, primero dijo que su interés en la relación con Cúneo era lograr que su hermana “cambiara de abogado” y dijo que esa charla se enmarcaba en una suerte de “ayuda psicológica” a Cúneo, quien estaba jaqueado por el escándalo mediático del caso Cópolla.
Sin embargo, apenas le hicieron escuchar la conversación comenzó a trastabillar. “No sé si es textual”, dijo primero. La abogada Nercellas, que la interrogaba en ese momento le aclaró: “Mire, es una grabación”, pero la Menéndez se mantuvo: “los que hablamos somos yo y Cúneo (sic) pero no sé si es textual. No lo recuerdo, pasaron seis años”, se atajó.
Después esgrimió que su único interés en la charla con Cúneo era la situación de su hermana, y aseguró: “no recuerda en absoluto haber hablado sobre la causa AMIA o el video de causa AMIA” con Cúneo.
“Yo no sabía de qué me estaba hablando. Yo estaría pensando una cosa y el otra”, remarcó. Sin embargo, del contenido de la escucha se desprende lo contrario, porque parece que es ella y no Cúneo la que lleva la voz cantante y aporta los detalles para que su interlocutor entienda lo que le está preguntando.
„Pero usted esta enganchada en la conversación... le pido que refresque su memoria”, le advirtió el presidente del Tribunal, Miguel Pons, “esta charla no encaja ni con los problemas de su hermana ni con lo problemas de Cúneo”, agregó el magistrado.
Con la coartada hecha trizas, la mujer sólo intentó: “yo no podía saber de qué estaba hablando. No puedo recordar por qué lo dije de esa manera, pero le puedo garantizar de que no estuviera hablando de la causa de la AMIA” dijo, visiblemente nerviosa.
Parece que las “garantías” no conformaron a los jueces, quienes dispusieron su detención inmediata. Al caer la tarde, fue llevada detenida por dos efectivos de la comisaría 46 de la Policía Federal, donde quedó a disposición del juez de turno, que la indagaría recién mañana.