Una letrada que presentó un amicus curiae en el marco de la causa Denegri denunció que el defensor del Pueblo bonaense, Guido Lorenzino, utilizó en la audiencia pública una frase de su autoría y omitió nombrarla.
La especialista en Derecho Informático, Bárbara Peñaloza y el rector de la Universidad Champagnat, Alejandro Giuffrida denunciaron que el defensor del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, Guido Lorenzino, utilizó en la audiencia pública ante la Corte Suprema en la que se debatió el "Derecho al Olvido" una frase de su autoria.
Peñaloza y Giuffrida presentaron un escrito ante la Corte para que "tenga a bien correr vista a los presentantes a los fines de subsanar su omisión y citar debidamente a la autora de los párrafos señalados, respetando su derecho a la propiedad intelectual".
Los denunciantes detallaron que luego de haber presenciado las exposiciones de los Amicus Curiae convocados a la Audiencia Pública del pasado 17 de marzo, Lorenzino "ha parafraseado un paraje de una nota de mi autoría", omitiendo la correspondiente cita, la cual versa: “Es que, en el entorno digital, bien podría decirse que es mejor prevenir que resarcir, puesto que un daño en la dignidad humana es incalculable e irreparable".
La autora remarcó todas las frases que se utilizaron sin la correspondiente cita, "posiblemente por un error involuntario, pero cuya omisión lesionan mi propiedad intelectual".
Peñaloza especificó que las frases corresponden a su artículo denominado “El derecho al olvido”, publicado el 18 de agosto de 2020, en Diario La Nación y fueron varias las frases que Lorenzino utilizó sin citarla. Entre ellas, la que sostiene que “la libertad de expresión no es un derecho absoluto. Admitir a este derecho constitucional como ilimitado, dice, importaría una concepción antisocial, es decir, contrario a la convivencia en sociedad. Por eso, uno de los límites a la libertad de expresión es justamente el respeto a los derechos o a la reputación de los demás".
En otra parte de su exposición, Lorenzino volvió a utilizar como propia otro párrafo del artículo: “No importa si el ataque es una difamación, si surge por una difusión no consentida de imágenes íntimas o por la reproducción indefinida en el tiempo de un video o imagen en el que la propia persona, en algún momento de su vida, voluntariamente participó, el resultado es siempre el mismo: dolor, angustia, ansiedad, miedo".
“Si una mujer joven, hace más de 20 años, expuso su imagen voluntariamente en programas televisivos, no significa que luego autorizó que esos videos se suban a la red, se los relacione a su nombre y que un buscador posteriormente los arroje como resultado de búsqueda en su plataforma", sostiene el texto de Peñaloza y que fue replicado por el defensor.
La autora remarcó todas las frases que se utilizaron sin la correspondiente cita, "posiblemente por un error involuntario, pero cuya omisión lesionan mi propiedad intelectual".