La Justicia de La Pampa confirmó una condena por lesiones y amenazas contra un hombre, descartando el relato de la víctima quien se retractó de la denuncia. El fallo realizó un mea culpa sobre el funcionamiento del sistema de administración de justicia que influye en la desconfianza de las mujeres.
En los autos “R., J. A. s/ Recurso de Impugnación”, la Sala B del Tribunal de Impugnación Penal de Santa Rosa confirmó una condena por lesiones y amenazas contra un hombre, descartando el relato de la víctima quien se retractó al estar inmersa en un ciclo de violencia.
El hombre fue condenado como autor material y penalmente responsable de los delitos de lesiones leves agravadas por haberse mantenido una relación de pareja -dos hechos-, amenazas simples y amenazas simples agravadas por el uso de armas, todo en concurso real, encuadrado a su vez en los presupuestos de la ley de Protección integral de las mujeres (26.485).
En uno de los hechos, según consta en la causa, el hombre tomó del cuello a su pareja, propinándole patadas a la altura de la cintura y le dijo: “Te voy a cagar matando”. En la audiencia la víctima se retractó, pero el tribunal consideró que la actitud obedecía a la situación de violencia de género, inmersa en un ciclo de violencia.
Durante su declaración, la mujer afirmó que los hechos no pasaron tal como ella había denunciado. “La retractación de la denunciante en los casos de violencia de género resulta ser un tema que ha llevado a los Tribunales a tomar decisiones disimiles en relación a la continuación de los primigenios hechos delictivos denunciado y que en ocasiones puede llegar a traer consecuencias graves para quienes resultarían ser las víctimas de dicha violencia”, explicaron los jueces pampeanos.
También advirtieron que el funcionamiento del sistema de administración de justicia también influye en la desconfianza de las mujeres.
Para los magistrados, en muchos casos “las mujeres se sientan culpables por obstruir el vínculo con los hijos en común o que teman sufrir represalias”, junto con la “dependencia económica o la falta de alternativas que afectan la autonomía” lo que las lleva a retractarse.
Y continuaron: “Asimismo las mujeres pueden estar pasando una etapa de depresión o una sensación de desamparo e impotencia que les impide toma decisiones de cambio. Es ese sentimiento de culpa y de responsabilidad por lo sucedido lo que las lleva a -retirar- la denuncia”.
También advirtieron que el funcionamiento del sistema de administración de justicia también influye en la desconfianza de las mujeres. “Es usual que las denunciantes resulten ser citadas en reiteradas oportunidades, para declarar sobre el mismo hecho. A la vez reciben poca información acerca del modo en que funciona el proceso penal, sobre sus derechos y el tiempo que demora una investigación penal. Todo ello desalienta a las mujeres a continuar con sus denuncias”, destacaron en la sentencia.