La Corte Supremo de Estados Unidos falló -de forma dividida- en contra de los programas universitarios de discriminación positiva como, por ejemplo, el que otorga un cupo por color de piel u origen étnico.
Se trata de casos vinculados con las admisiones en Harvard y la Universidad de Carolina del Norte (UNC). En sus argumentos, el presidente de la Corte Suprema, el juez John Roberts, aseguro: “Por mucho tiempo, muchas universidades concluyeron de manera errónea que el punto de referencia de la identidad de un individuo no son los retos superados, las habilidades que se han construido o las lecciones aprendidas, sino el color de su piel”.
“Tales programas (de admisión basándose en motivos raciales) deben cumplir con un escrutinio estricto, nunca deben usar la raza como estereotipo y deben, en algún punto, llegar a su fin”, añadió.
La opinión mayoritaria advirtió, asimismo, que mientras que los programas de admisiones en UNC y Harvard eran “bienintencionados”, “fallaban en cumplir con estos criterios”.
Tras la decisión, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó su "firme" desacuerdo y afirmó que el país necesita "un nuevo camino adelante que sea consistente con la ley".
“Los procesos de admisión de Harvard se basan en ese estereotipo pernicioso que ‘un estudiante negro normalmente puede traer algo que una persona blanca no puede ofrecer’”, concluyó el juez.
En disidencia, la magistrada Sonia Sotomayor sostuvo que la decisión representa el “retroceso de décadas" y que “solidifica una regla superficial de daltonismo racial como principio constitucional en una sociedad segregada endémicamente”.
Tras la decisión, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó su "firme" desacuerdo y afirmó que el país necesita "un nuevo camino adelante que sea consistente con la ley". "No podemos dejar que esta decisión sea la última palabra", aseguró.