Un hombre pidió a la justicia que le saquen el apellido de su padre y lo reemplacen por el de su madre, tras narrar una serie de hechos de violencia y desinterés por parte de su progenitor, que llevaron al actor a tomar la decisión.
El pedido se formalizó en lo autos “T. R. G. D. s/ Cambio de Nombre”, tras ser evaluado por el Equipo técnico judicial, el padre era una figura ausente en su día a día, y cuando aparecía era “sumamente violento”, lo que no solo se extendía al actor sino a todo el grupo familiar.
El demandante relató que su progenitor no dejaba que su madre pudiera salir de casa y cuando lo hacía la golpeaba, al igual que los golpeaba a él y sus hermanos “a diario” con el cinto cuando volvían del colegio.
También contó otras experiencias traumáticas y violentas, así como que desde niño trabajaba para poder comer, vendiendo diarios, aunque el progenitor le robaba la plata que juntaba, que intentaba llegar lo más tarde a casa esperando que el padre se durmiera luego de emborracharse.
“Salir de casa era aire, el tema era volver al calvario” expresó el actor quien a su vez remarca que solo estaban bien “cuando estaba preso, pero no duraba mucho”.
Toda esta situación, sumada al historial de delitos cometidos por su progenitor que lo hicieron “conocido”, generaron una situación que lo afectó en su día a día aún cuando la madre logró que el mismo pudiera irse a vivir con el abuelo y su vida comenzara a mejorar.
“Salir de casa era aire, el tema era volver al calvario” expresó el actor quien a su vez remarca que solo estaban bien “cuando estaba preso, pero no duraba mucho”.
Tal es así que cuando otro compañero lo invitaba a jugar si los padres del mismo se enteraban de quien era el progenitor del actor, “suspendían la invitación”. También sufrió que le gritaran “chorro” o que lo dejaran excluido, incluso cuando en los torneos de futbol utilizaba el apellido materno para anotarse, al pedirle el DNI no lo dejaban participar.
El actor manifestó al Juzgado de Familia N° 1 de Pehuajó que su intención era cambiarse el apellido porque aún de adulto sufría las repercusiones de tener el apellido de su progenitor, a quien además no lo consideraba como tal, “Yo digo que no tengo papá, que mi papá fue mi abuelo” concluye.
Fue así que el juez Ezequiel Caride, teniendo en cuenta que “el principio de estabilidad del nombre no es de carácter absoluto”, sino que cede frente a situaciones o vivencias de afectación a la personalidad y a los derechos fundamentales del interesado como “justos motivos”.
Es que existían hechos de violencia y maltrato sufridos en su infancia, que lo mortificaban al usar su apellido paterno, todo lo cual además afectaba a su personalidad. A ello se anexaba que se configuraba un supuesto de “supresión del apellido paterno por la deshonra” que le causaba portar e identificarse con el mismo, por los hechos delictivos cometidos por su progenitor, condenado en sede penal.
Sumado a que no había intereses sociales comprometidos, hacían justo el reclamo.
Es que existían hechos de violencia y maltrato sufridos en su infancia, que lo mortificaban al usar su apellido paterno, todo lo cual además afectaba a su personalidad.
A ello se anexaba que se configuraba un supuesto de “supresión del apellido paterno por la deshonra” que le causaba portar e identificarse con el mismo, por los hechos delictivos cometidos por su progenitor, condenado en sede penal.
Por lo cual se hizo lugar a la demanda y se autorizó el cambio de apellido, suprimiendo el paterno y consignando únicamente el materno en su lugar.