El juez federal Ariel Lijo defendió este miércoles su candidatura para integrar la Corte Suprema de Justicia de la Nación ante la Comisión de Acuerdos del Senado.
El magisitrado propuesto por el Poder Ejecutivo recibió 182 preguntas, más la intervención de los legisladores, y comenzó con diferenciarse de los actuales miembros del Máximo Tribunal del país y aseguró que “la Corte hoy está integrada por académicos que provienen de distintos sectores de la actividad jurídica, y yo sería un representante del Poder Judicial” y destacó la necesidad de “una justicia más proactiva y la importancia del control judicial sobre los actos del poder”, citando el histórico fallo de Marbury vs. Madison.
El juez federal planteó la importancia de conocer la realidad de la justicia federal en todo el país para establecer políticas judiciales que irradien al resto de los tribunales, al entender que “el federalismo no es una mera expresión vacía, implica respetar la autonomía de las provincias, la gestión de sus recursos y políticas de desarrollo”.
Sobre las impugnaciones que recibió, Lijo sostuvo: “Fui denunciado de forma sistemática. Cuando uno recibe una denuncia injusta que versa sobre cuestiones que desconoce o son de prueba negativa son situaciones en la que uno pone en juego sus propias convicciones. ¿Qué debe hacer un juez frente a falsas imputaciones? De acuerdo a mis convicciones decidí que se active todo el sistema de justicia y todos los recursos que el Estado tiene de investigación porque los jueces están sometidos al escrutinio constante”.
“El Consejo de la Magistratura se arrogó facultades amplias y pidió todo tipo de informes sobre mi persona. Toda esa instancia de investigación estuvo a cargo del entonces diputado Pablo Tonelli que luego de dos años de una profunda investigación presentó un dictamen en el que aconsejaba el cierre de todas las imputaciones”, agregó al respecto.
El magistrado subrayó que fue “investigado por la UIF, por la AFIP y por el Ministerio Público y el Juzgado Federal durante tres años. En los que me abstuve de intervenir. Las imputaciones originales fueron falsas y Mario Cúneo Libarona nunca fue mi abogado, no tuve abogado defensor porque no tuve imputación”.
Una de las principales críticas que recibió fue sobre la falta de paridad de género y aseguró: “si la pregunta es si la Corte Suprema tiene que estar integrada por una mujer la respuesta es sí. Respecto de mi propuesta, si el Ejecutivo cometió un error o cómo evaluar la propuesta del Ejecutivo respecto a la cuestión de género, no me corresponde responder a mi”.
Lijo también destacó la necesidad de reducir la litigiosidad que llega a la Corte, proponiendo soluciones más rápidas y efectivas. Además, abogó por una mayor cooperación entre la Corte y el Congreso para crear políticas que respondan de manera más eficiente a los problemas que enfrenta la ciudadanía.
El juez federal planteó la importancia de conocer la realidad de la Justicia federal en todo el país para establecer políticas judiciales que irradien al resto de los tribunales, al entender que “el federalismo no es una mera expresión vacía, implica respetar la autonomía de las provincias, la gestión de sus recursos y políticas de desarrollo”.
“Tanto la opinión de mi idoneidad técnica como la de mi experiencia en el juzgado o mi desarrollo no son como son presentadas”, concluyó.
El Senado recibirá la próxima semana a Manuel García Mansilla, el otro candidato del Gobierno para integrar la Corte Suprema.