El Ius Sanguinis, o "derecho de sangre", es el principio legal bajo el cual Italia permite la transmisión de la ciudadanía a los descendientes de ciudadanos italianos, independientemente del lugar de nacimiento. Este sistema está regulado principalmente por la Ley n.° 91/1992, que establece que la ciudadanía italiana se hereda a través de la línea familiar siempre que no haya interrupciones en la transmisión. Otras referencias normativas incluyen las Circulares del Ministerio del Interior (n. k.28.1/1991; n.° 26, 32 y 52 de 2007 y n.° 20/2009; n.° 6497/2021).
Reconocimiento de la ciudadanía italiana para ciudadanos de ascendencia italiana.
El reconocimiento de la ciudadanía italiana iure sanguinis aplica a los descendientes de ciudadanos italianos que nacieron en países que otorgan la ciudadanía bajo el principio de ius soli, como es el caso de varios países de América y Australia, donde nacer en el territorio nacional confiere automáticamente la ciudadanía.
Las autoridades competentes son aquellas locales. El reconocimiento de la ciudadanía italiana está a cargo del alcalde del municipio donde el solicitante haya establecido su residencia en Italia. Los ciudadanos extranjeros mayores de edad, descendientes directos de ciudadanos italianos, pueden iniciar el proceso. El solicitante debe ser residente en el municipio donde presente su solicitud, independientemente de cuál haya sido el municipio de origen del antepasado italiano. Deberán presentarse personalmente en la Oficina del Estado Civil, que está encargada de gestionar los procedimientos para el reconocimiento de la ciudadanía jure sanguinis.
Para hacerlo, hay la posibilidad de Visa que permite que un ciudadano extranjero ingrese a Italia y establezca residencia en un municipio, incluso para estadías cortas, con el objetivo de iniciar el trámite de reconocimiento de ciudadanía italiana iure sanguinis, tal como lo establecen las Circulares n.° 32/2007 y n.° 52/2007.
Antes de solicitar el reconocimiento, el solicitante deberá inscribirse en el registro de población del municipio (anagrafe). Este paso es indispensable para iniciar el proceso de ciudadanía. Los documentos requeridos son:
¿Por qué solicitar la ciudadanía italiana?
Obtener la ciudadanía te permitirá disfrutar de derechos significativos, como votar, trabajar en entidades públicas, acceder a profesiones reguladas y desplazarse libremente por los países de la Unión Europea. Además, simboliza un paso importante para quienes consideran a Italia su hogar no solo por vivencia, sino también legalmente.
Los requisitos incluyen haber nacido en Italia, mantener una residencia legal ininterrumpida y estar registrado en el sistema de anagrafe italiana. Incluso si hubo retrasos en la inscripción, pueden aceptarse pruebas complementarias como certificados escolares o médicos. Una vez aceptada su solicitud, deberá jurar fidelidad a la República Italiana y realizar un pago de 200 euros como contribución administrativa.
¿Qué derechos ofrece la ciudadanía italiana?
La ciudadanía italiana otorga el derecho a vivir, trabajar y estudiar en cualquier país de la Unión Europea, además de permitirte votar en elecciones italianas y europeas. También facilita el acceso a empleos públicos, órdenes profesionales y la movilidad dentro de países con acuerdos bilaterales. Es una oportunidad única para ampliar tus horizontes personales y profesionales.
Ciudadanía italiana y el límite generacional.
La ciudadanía italiana por descendencia puede ser transmitida de generación en generación, sin límites, siempre y cuando no haya interrupciones en la línea de transmisión. Sin embargo, si la descendencia es por línea materna, solo se reconoce a quienes nacieron después del 1 de enero de 1948, salvo casos específicos previstos por la ley. Para calificar, es esencial demostrar que el antepasado italiano mantenía su ciudadanía en el momento de su nacimiento.
Cómo saber si tiene la ciudadanía italiana
Si tiene ascendencia italiana, el primer paso es verificar los registros de nacimiento y matrimonio de sus antepasados en Italia. Es crucial comprobar si estos documentos fueron inscritos en el registro civil italiano, ya que esto confirma la continuidad del derecho a la ciudadanía. Si tiene dudas, un abogado especializado puede ayudarlo a investigar y confirmar su elegibilidad.
Constancia de ciudadanía italiana.
Para formalizar su estatus como ciudadano italiano, debe obtener una constancia de ciudadanía. Esto implica presentar actas de nacimiento, certificados penales y, en algunos casos, pruebas de residencia o vínculo con Italia. Este documento no solo valida su ciudadanía, sino que también abre las puertas a derechos plenos tanto en Italia como en la Unión Europea.
Ciudadanía italiana por matrimonio.
El matrimonio con un ciudadano italiano también ofrece una vía para obtener la ciudadanía. Los cónyuges pueden solicitarla tras dos años de residencia continua en Italia, o tres años si residen en el extranjero. Estos plazos se reducen a la mitad si la pareja tiene hijos. El vínculo matrimonial debe mantenerse vigente durante el proceso, y el solicitante debe demostrar un nivel B1 de italiano para completar la solicitud.
Juramento para obtener la ciudadanía italiana.
El proceso de naturalización concluye con un juramento de lealtad a la República Italiana y su Constitución. Este paso, cargado de simbolismo, marca la adquisición oficial de la ciudadanía y confirma tu integración legal y social como italiano.
¿Dónde puede vivir con la ciudadanía italiana?
Con la ciudadanía italiana, puede establecerse libremente en cualquier país miembro de la Unión Europea. También se simplifican los procesos migratorios hacia países con acuerdos especiales con Italia, ampliando así las oportunidades de trabajo, estudio y calidad de vida.
Obtener la ciudadanía italiana no solo consolida su conexión con Italia, sino que le brinda una ventaja competitiva a nivel global. Prepárese bien, cumpla los requisitos y comience este emocionante proceso que puede transformar su vida. ¡Italia lo espera!