En un escrito de 19 páginas que DiarioJudicial.Com publica íntegro, la abogada de la DAIA, Marta Nercellas, le solicitó al juez la captura internacional del líder espiritual de Irán, Alí Khamenei; y de los ex embajadores de Irán en Argentina, Hadi Soleimanpour, y en Chile, Hamid Reza Hosseini.
En la lista figura también Imad Mugniyeh, uno de los terroristas reclamados por los Estados Unidos y que ya tiene pedido de captura de la justicia argentina por su presunta participación en el atentado contra la embajada de Israel en Buenos Aires, en marzo de 1992.
La DAIA también señaló como sospechosos a una serie de correos diplomáticos iraníes que ingresaron a la Argentina justo antes del atentado y se retiraron pocas horas antes del bombazo que destruyó el edificio de Pasteur 633: Ahmad Reza Asghari, Hossein Ali Tabrizi, Mosoud Amiri y Seyed Yousef Arabi.
La lista se completa con cuatro personajes presuntamente vinculados al fundamentalismo musulmán en la Triple Frontera entre Argentina, Paraguay y Brasil: Samuel Salman El Reda, Farouk Omairi, Ali Khalil Merhi y Assad Ahmad Barakat, este último detenido desde el año pasado en Brasil a pedido de Paraguay, donde se lo reclama por delitos económicos.
Varios de estos nombres también figuran en la lista de capturas que los fiscales reclamaron en febrero último al juez Juan José Galeano. En ese momento, los fiscales se basaron exclusivamente en un informe de la secretaría de inteligencia del Estado (SIDE) sobre la conexión local del atentado.
Después, en una resolución del 5 de marzo último, el juez Galeano ordenó 5 capturas internacionales y decidió profundizar al investigación para corroborar o descartar buena parte de los datos que le acercó la SIDE.
Ahora, la DAIA eligió un camino alternativo y pidió la docena de capturas sin utilizar los datos de inteligencia que, de hecho, recién quedaron disponibles para las partes a partir del 16 de abril último, fecha en que la SIDE lo desclasificó a pedido del juez Galeano y el Tribunal Oral que juzga a la presunta "conexión local" del atentado.
La responsabilidad de Irán
Nercellas apunta en su escrito al corazón del poder en Irán y a la organización que más se nombra detrás del atentado: el Hezbollah, de quien asegura "depende política, ideológica y económicamente de Irán" y que la orden de cometer el atentado en Buenos Aires "fue dictada por el líder religioso de Irán, es decir el Ayatollah Khamenei, por lo que su responsabilidad en el atentado "se encuentra respaldada por importantes elementos cargosos".
De esta forma, la DAIA no suscribe la hipótesis del juez Galeano, quien habló en su resolución de "elementos radicalizados" del régimen iraní, dejando de lado -al menos por ahora- la participación de Irán como Estado. En cambio, opinan en el pedido que no hay nada que esperar de ese país y tampoco del Líbano, país al que se le pide colaboración para determinar la identidad del conductor suicida que manejó la Trafic que estalló en la AMIA.
En este sentido, la abogada escribió que la institución a la que representa "ve con alguna inquietud" que se le pida colaboración judicial a "quienes son los victimarios concretos", en referencia a los exhortos de colaboración judicial que el juez envió a varios estados, incluido Irán.
"Para ellos los protagonistas de estos actos violentos son mártires de la fe y desde lo político patriotas que luchan por su patria, para nosotros son terroristas, cualquiera sean los principios que defiendan", enfatizó Nercellas en su escrito y opinó que Galeano "tenía elementos probatorios suficientes para que su resolución, sin necesidad de solicitar la colaboración de los Estados que aparecen cobijando a los propios terroristas", aunque más adelante ubica la táctica del magistrado como "un gesto de extremada prudencia".
"Células dormidas"
Además de reclamar las capturas internacionales, la DAIA reclamó "un incremento en las diligencias" que ya ordenó el juez Galeano en torno a una serie de iraníes en la Argentina y varios nacionales conversos al islamismo Carlos Hernán Palazzo, Eduardo Lescano y Juan Carlos Moreno.
Para la máxima representación institucional de la comunidad judía en la Argentina, estas y otras personas, entre ellas varios iraníes en la Argentina, "si bien encuadran formalmente en el cuadro de legalidad, se corresponden con las tareas de inteligencia y de control realizadas por las denominadas células dormidas".
Además, la DAIA pidió que la Policía Federal "profundice la investigación" en torno a "la actuación de los residentes locales de la comunidad shiíta que aparecen mencionados como sospechados" en la causa.