El sorteo se realizó esta mañana, luego que el presidente de la Cámara Federal, Martín Irurzun, aceptara la excusación de la juez María Servini de Cubría primero y las razones del juez Sergio Torres después, quien la semana pasada rechazó el expediente porque ya había recibido la causa ESMA.
“La pluralidad de imputados, de hechos y la complejidad pesquisitiva hacen sumamente difícil que sean dirigidos por un único magistrado”, concluyó Irurzun.
Desde que fue reabierta hace tres semanas, la causa del Primer Cuerpo pasó por las manos del juez Torres, quien luego se la entregó a la Servini como “compensación” luego que la magistrada se excusara de investigar la causa ESMA.
Pero Servini no aceptó el mecanismo aduciendo que las causas eran “incompatibles”, pero la Cámara no le dio la razón y se la devolvió, obligando a la magistrada a mostrar todo su juego.
La semana pasada, en un largo escrito, Servini detalló los vínculos personales de su marido y de ella misma con imputados en el expediente del Primer Cuerpo y se excusó de instruirlo.
Así la causa fue nuevamente a sorteo y recayó en el juzgado de Torres, quien la rechazó por el exceso de trabajo producto de la tramitación simultánea de dos mega-causas.
Lo primero que deberá resolver Oyarbide es el pedido de detención de 38 militares que formuló el 4 de setiembre pasado el fiscal Eduardo Freiler. En esa lista figuran, entre otros, los generales Jorge Olivera Rovere, Juan Sasiaiñ, Adolfo Sigwald y Carlos Guillermo Suárez Mason.
Problemas para Servini
En tanto, la decisión de la juez de excusarse en la causa por sus vínculos con la familia militar podría terminar en la separación de la magistrada de todas las causas por violaciones a los Derechos Humanos que se instruyen en su tribunal.
Lo que surgió como un rumor durante el final de la semana pasada fue tomando forma en los últimos días. Hoy, en declaraciones radiales, el fiscal Freiler no descartó que podría propugnar la separación de Servini de estas causas.
En paralelo, el mismo reclamo podría llegar desde querellantes en algunos expedientes que maneja Servini, en los que se investiga a hombres de la Fuerza Aérea, la fuerza a la que pertenecía el marido de la magistrada, que se retiró como brigadier en 1977.