Afirma que el proyecto que pretende reducir el número de miembros del cuerpo de 20 a 13 es “es claramente violatorio de la Constitución”. “Con este proyecto el sector político de tener, como tiene ahora, el 45% de los representantes pasa a tener más del 50% porque tiene siete representantes” dice Szmukler. Y considera que “reducir la cantidad de abogados del Consejo es como reducir la participación de la sociedad”.
¿Qué balance hace del trabajo del Consejo de la Magistratura este año?
El balance es positivo. En la Comisión de Selección estamos al día con todos los concursos y lo pendiente está dentro de los plazos de la ley. El Poder Ejecutivo, que estaba muy, muy atrasado, se puso al día con la gestión del ministro de Justicia Horacio Rosatti. En la Comisión de Acusación este año hemos hecho siete acusaciones. Y lo negativo es que ha habido algunas acusaciones muy importantes donde no hubo mayoría en la Comisión o que se perdieron en el plenario.
¿Qué casos?
Raúl Acosta, juez federal de San Rafael, Luis Petra, camarista federal de Mendoza, José Casals, juez federal de Misiones. Estos tres casos son una clara demostración de los acuerdos que se hacen entre legisladores, que tiene afinidad partidaria con el juez, y los jueces que hay que decirlo con todo respeto, son muy corporativos. Cuando un juez vota una acusación en el plenario es porque realmente no tiene forma de defender a su colega.
¿Y que déficit hubo este año?
Ahí tenemos que apuntar a la Comisión de Disciplina. Por su composición (NdA: dos senadores, tres jueces, un abogado y un académico) esta Comisión casi establece la impunidad de todas las faltas menores de los jueces. Terminan desestimando cuestiones que claramente son para una sanción. Los jueces que tienen demoras injustificadas en el trámite de los expedientes, desorden en sus juzgados, ven que no pasa nada. En cambio, en la Comisión de Acusación la experiencia nos está mostrando que en la medida en que van saliendo acusaciones los jueces empiezan a cuidarse bastante más.
¿Sería más eficaz un Consejo sin jueces?
Sí. Creo que los propios jueces deberían analizar su conducta. La existencia de la corporación es evidente. Pero en general las corporaciones tienen el cuidado de tratar de que sus miembros respeten las reglas de la corporación. La inmensa mayoría de los jueces son honestos, ponen su esfuerzo, y esa inmensa mayoría no pueden proteger a los que hacen todo lo contrario. Los primeros que deberían reclamar que un juez que incurre en mal desempeño sea removido deben ser los propios jueces.
En relación al proyecto para reducir los miembros del Consejo de 20 a 13, el estamento que más se achicaría es el de los abogados, de 4 a 2. ¿Por qué cree que quieren reducirlo?
Mi hipótesis es la siguiente: de todos los componentes del Consejo ¿cual es el sector que está en mayor contacto con la sociedad? Los abogados. Los que estamos en contacto con lo que es propio del Poder Judicial somos los abogados. Se nos acusa de corporativos y no hay nada menos corporativo que los abogados. ¿En que podría actuar como corporación? En materia de honorarios y que no vengan a sacarnos trabajo los contadores y los escribanos. Ninguno de estos temas está en el Consejo de la Magistratura. Además, profesionalmente los abogados estamos acostumbrados a enfrentarnos los unos a los otros. Cosa que no sucede con los jueces y que sucede en alguna medida con los legisladores cuando son de partidos políticos diferentes. Somos el elemento menos corporativo del Consejo y los académicos estarían en la misma situación. Con la diferencia que los académicos no tiene la vivencia del conflicto que se tramita en la justicia, ni el conocimiento de los problemas que tiene la justicia. Entonces, reducir la cantidad de abogados del Consejo es como reducir la participación de la sociedad.
Una de las discusiones en torno al proyecto para reformar el Consejo es si viola o no la Constitución Nacional. ¿Cree que la cantidad de miembros para integrar el cuerpo se tendría que haber especificado en la reforma de 1994?
Ese ha sido un error del constituyente, no haber establecido en la Constitución cual tenía que ser la composición. Este proyecto es claramente violatorio de la Constitución. Creo que viola la Constitución la ley que tenemos ahora porque tenemos 9 representantes de los políticos (NdA: el Consejo tiene 20 miembros), no hay equilibrio. Con este proyecto el sector político de tener, como tiene ahora, el 45% de los representantes pasa a tener más del 50% porque tiene siete representantes. Si se llegara a aprobar así va a hacer declarado inconstitucional por el primer juez que le caiga.
¿Algún juez se animará a declararlo inconstitucional sabiendo del peso del oficialismo en el Consejo?
Quiero suponer que sí. Quiero suponer que los magistrados de la Corte Suprema, que tienen bien ganado su prestigio, no van a someterse a la presión política.
Sin embargo, hasta el momento la Corte no hizo ninguna declaración pública en contra del proyecto
Pienso que eso debe ser porque como el tema puede llegar a la Corte no quieren prejuzgar para luego tener que excusarse.
Siendo benévolo, ¿Se puede pensar en otro objetivo que tenga el gobierno de no querer acaparar la Justicia, como la mayoría plantea, con este proyecto?
(suspira) Es difícil. Siendo benévolo podría decir que están equivocados, que tienen las mejores intenciones, que quieren tener la acumulación de poder para hacer todo maravillosamente pero que cometen un grave error aún así. No se puede pensar que van a estar eternamente en el poder. Y si ellos tienen buenas intenciones, magnífico, pero la ley no se hace para ahora. Si viene alguno como de los que se fueron, ¿Se imagina lo que puede ser la Justicia?
¿A quién se refiere?
Me refiero al ahora senador nacional Carlos Menem.
Al Consejo se lo critica mucho por la lentitud en el tratamiento de los temas o de enfrascarse en cuestiones estériles
Hay problemas de demora que tienen que ver con un mejor funcionamiento de la reglamentación en el sentido de sacar más rápido los proyectos. En cuanto a las discusiones en el Consejo, no se a qué se le llama discusiones estériles. Hay algunas discusiones estériles porque se prolongan en el tiempo sin llegar a una definición. Acá hay algunos problemas que vienen por el lado de los políticos de que en los plenarios se tiene que ir porque tienen reuniones de comisiones en el Congreso. Sobre todo pasa con algunos de los legisladores que tienen la tendencia de querer apurar. Quiere apurar en las cosas que tiene intereses en sacar pero en lo que no le interesa se puede mandar un discurso de media hora con toda tranquilidad.
Habló mucho de corporaciones, ¿hay corrupción en el Consejo de la Magistratura?
Yo estimo que no. Hasta ahora no conozco que haya llegado ninguna denuncia.