La OMPI señaló que el crecimiento de las demandas “constituye un motivo de preocupación creciente para los propietarios de marcas”. La entidad considera que el crecimiento de los reclamos se debe a que cada vez hay más maneras de registrar masivamente nombres de dominio debido al “aumento del número de empresas que se dedican a la compraventa de nombres de dominio y el volumen de sus actividades; el uso de programas informáticos para registrar automáticamente nombres de dominio cuyo registro haya caducado y su estacionamiento temporal en portales de pago por clic”.
“Estos acontecimientos dan lugar a que existan mayores oportunidades de registro masivo de nombres de dominio, con frecuencia anónimo y sin tener en cuenta específicamente los derechos de propiedad intelectual de terceros”, señala la organización.
El año pasado el Centro de Arbitraje y Mediación de la OMPI recibió 1.823 demandas por ciberocupación ilegal. Y desde diciembre 1999, cuando entró en vigencia la Política Uniforme de Solución de Controversias en materia de Nombres de Dominio, que lleva a cabo procesos de solución de controversias y tiene por objetivo desalentar los registros abusivos de marcas, hasta el mismo mes del 2006 el total de denuncias recibidas fueron de 10.177. De ese total, el Centro de Arbitraje y Mediación ya resolvió el 97 por ciento de las demandas.
Los servicios de resolución de conflictos de la OMPI están dirigidos a empresas grandes y pequeñas de marcas conocidas, organizaciones, y particulares. “Entre las categorías abarcadas por los procedimientos figuran los productos de lujo, las personas famosas, el mundo del espectáculo, la hotelería, los deportes, el juego y las empresas farmacéuticas. Además, se han visto involucradas en las controversias varias organizaciones caritativas e instituciones educativas”, señala la entidad.
“Prácticas como el registro provisional de nombres de dominio por un período de prueba corren el riesgo de convertir el sistema de nombres de dominio en un mercado mayormente especulativo. Los nombres de dominio servían fundamentalmente como identificadores de empresas y de otros usuarios de Internet, pero en la actualidad muchos de ellos constituyen meras mercancías con fines especulativos”, afirma Francis Gurry, director general adjunto de la OMPI.
Para Gurry “el alto índice de nombres de dominio que cambian de dueño y la dificultad de rastrear los registros masivos y automatizados dificultan la lucha que llevan a cabo los propietarios de marcas contra la ciberocupación ilegal”.