Irak fue el siguiente paso. El presidente estadounidense George Bush acusó a Hussein de tener armas de destrucción masiva y proteger a Bin Laden. La decisión de invadir Irak fue unilateral: el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no la autorizó a pesar de los esfuerzos del secretario de Estado de aquel entonces, Colin Powell.
Bush anunció el fin de la invasión el 1 de mayo. Los resultados: se derrocó al régimen dictatorial de Hussein; nunca se encontraron armas de destrucción masiva ni se apresó a Osama Bin Laden. Las tropas aliadas no se retiraron de Irak y la violencia sigue. La resistencia iraquí combatió a las tropas en enfrentamientos que hasta el día de hoy dejaron como saldo la muerte de 3.200 soldados estadounidenses y aproximadamente 600.000 civiles.
En ese marco de violencia, se hicieron públicas las torturas que las tropas estadounidenses le infringían a los prisioneros en la cárcel Abu Ghraib.
La cárcel de Guantánamo fue otro punto en esta invasión. Ese centro de reclusión enclavado en Cuba cumplió el 11 de enero cinco años de existencia. Allí fueron trasladados muchos prisioneros acusados de terrorismo por Estados Unidos. Ninguno de ellos tiene acceso a un abogado ni tampoco son reconocidos como prisioneros de guerra.
Por otra parte, el 15 de octubre de 2005 los iraquies votaron la implementación de una Constitución. Ganó el Sí con el 78,59 por ciento de los votos. La constitución establece un Estado Federal dividido en tres regiones: una sunita, otra chiíta y una tercera kurda. Son las tres etnias de Irak, las dos últimas integran el actual gobierno y están enfrentados a los sunitas.
No sólo el régimen de Hussein se acabó sino que el mundo asistió al macabro espectáculo de su muerte. Hussein murió en la horca el 30 de diciembre pasado condenado por la matanza de 148 chiítas en 1982 en represalia a un frustrado atentado en su contra. Otros tres integrantes de su gobierno corrieron la misma suerte, contra la opinión en contrario de toda la comunidad internacional. La última ejecución fue la del ex vicepresidente Taha Yasín Ramadán.
Bush no planea una retirada de las tropas de Irak. Mandará a 25.000 soldados más para reforzar su plan. Le pidió al pueblo estadounidense paciencia y dijo que abandonar ese país sería devastador para la seguridad de Estados Unidos. Exactamente eso le ocurrió a Irak.