El escrito se suma a otro que presentó la defensa del ex Secretario de Seguridad Interior Enrique Mathov, quien según versiones provenientes de fuentes judiciales habría deslindado responsabilidades en el Ministerio del Interior por la orden de reprimir, en ese momento a cargo de Ramón Mestre, y en la Policía Federal, cuyo jefe máximo era el comisario Rubén Santos.
Servini de Cubría prohibió el mismo jueves en que se desataron los trágicos acontecimientos la salida del país de De la Rúa, Mestre, Mathov y Santos, quienes en principio aparecen como los máximos responsables por la seguridad de miles de manifestantes, que inicialmente se congregaron (la noche del miércoles) en la Plaza histórica para repudiar la política económica de Domingo Cavallo, y un día después fueron reprimidos con gases, balas de goma y la caballería, con un saldo de entre cinco y ocho muertos, casi todos con disparos de armas de fuego, que habrían provenido de la Policía.
Los fiscales Luis Comparatore y Patricio Evers recibieron hoy varios testimonios entre los que se destaca el de la esposa de una de las víctimas fatales de los incidentes del jueves en la Plaza de Mayo, que aseguró que observó a personas vestidas con uniformes negros y chalecos antibalas disparando con pistolas desde un auto blanco con sirena en las inmediaciones a la plaza, en el marco de las declaraciones en torno a la investigación iniciada por la juez Servini de Cubría a partir de la violenta represión policial.
Marta Pinedo, su esposo, Alberto Márquez, Marta González y Jorge Gorillo se encontraban sentados en un banco de una plazoleta ubicada en la esquina de 9 de julio y Sarmiento expresando su disconformidad por el gobierno de Fernando de la Rùa, cuando Márquez recibió un impacto de bala que momentos después le costara la vida.
Luego de observar a los policías disparar sus armas, Márquez se acercó a la avenida motivado por nuevas detonaciones producidas por pistolas y en esa circunstancia recibió un balazo y cayó desplomado en brazos de su mujer. Después fue ayudado por una persona que lo llevó en su auto hasta el hospital Ramos Mejía donde falleció.
Pinedo y sus amigos reclamaron que se realicen la pericias pertinentes por dos fuerzas de seguridad diferentes tratando de evitar a la Policía Federal, ya que fue la encargada de llevar a cabo la represión. Mientras tanto, llegaron a la fiscalía los informes médicos forenses de los heridos que también serán citados a declarar. Los resultados ratificaron el uso de balas de goma y bastones. Por su parte, Servini de Cubría comenzó a recibir el resultado de las autopsias.
Los declarantes aseguraron haber reconocido a Márquez herido en las fotos publicadas por los medios gráficos por lo que fueron incorporadas a los expedientes. Asimismo, los fiscales reclamaron al COMFER que analice las imágenes trasmitidas por todos los canales de televisión para así también incorporar los pasajes que exhiban rostros o cualquier prueba que sea de importancia para la causa.
Por su parte, Natalicio Velásquez, a través de una carta con remitente del CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales) que envió a la fiscalía, relató cómo un motociclista policial le disparó por la espalda a un manifestante al que asegura puede reconocer, por lo que ofreció prestar declaración testimonial. Velásquez no pudo identificar si el herido fue una de las víctimas fatales.
Con los testimonios de hoy se refuerza la hipótesis de la existencia de una “hora clave” en donde se redobló la represión policial en la Plaza de Mayo.
Palabra de Mathov
En una extensa presentación efectuada el viernes último cuyo contenido trascendió hoy, Mathov admitió haber dado la orden “al jefe de la Policía Federal” que adopte las medidas necesarias para proteger la Casa Rosada en el entendimiento que “la autoridad política (en este caso como titular de la Secretaría del Interior) determina el “qué” en tanto la autoridad técnica o profesional, la policía se encarga de “cómo” implementar el objetivo”.
Mathov dijo que la orden impartida para que se adopten las medidas “con la firmeza que sea necesaria” apuntaban a evitar saqueos y desmanes en tanto señaló que el jueves participaban de la protesta “grupos violentos y organizados” que intentaron romper la barrera policial que rodeaba la Casa de Gobierno.
Sostuvo luego que la presión sobre la policía fue “permanente e incesante”; que existió un momento donde la violencia se detuvo, cuando se conoció la renuncia del presidente De al Rúa, pero recrudeció a partir de la presencia de grupos “que intentaban crear el caos y el terror”.
Respecto de la orden impartida al comisario Rubén Santos, dijo que le había solicitado se adopten las medidas necesarias y que se actúe con la firmeza que la ley le otorga a cada organismo de seguridad para proteger a la Casa Rosada.