La reunión se habría llevado a cabo en gobierno el pasado 20 de diciembre, la jornada de mayor violencia registrada durante la manifestación popular en la Plaza de Mayo y sus alrededores, cuyas consecuencia –entre ellas la muerte de cinco personas por disparos de armas de fuego— son investigadas por la magistrada y por los fiscales Luis Comparatore y Patricio Evers.
El presunto diálogo entre De la Rúa, su hijo Antonio y Gallo fue reproducido en su edición del 23 de diciembre por la revista Trespuntos, y en la nota se da cuenta de la presencia del ex canciller Giavarini y de Lombardi, en las horas previas a la renuncia del ex mandatario.
La justicia investiga quién o quienes fueron los funcionarios que dieron la orden de reprimir a los manifestantes mediante la utilización de la caballería y la guardia de infantería de la Policía Federal.
Comparatore y Evers solicitaron los datos de los ex funcionarios (de la reunión también habrían participado Fernando “Aito” de la Rúa y el senador Carlos Maestro), como paso previo a su citación.
De acuerdo con la nota, que lleva la firma del periodista Gonzalo Alvarez Guerrero, el hijo mayor de De la Rúa trató de convencer a su padre que no abdicara a lo que Gallo le recriminó: “dejate de joder Antonio, ¿cuánto quilombo más querés que haya? Hay muchos muertos, y nos van a terminar matando a nosotros”.
Por otra parte, los fiscales le requirieron al jefe de la Policia Federal, Roberto Giacomino, que informe cuántos cartuchos de calibre 11/70 fueron entregados al personal que participó de la represión ese día, y cuántos les fueron devueltos.
El pedido obedece a que los informes periciales de la Gendarmería Nacional indicaron ayer que balas de ese calibre fueron extraídas de los cuerpos de cuatro de las víctimas fatales, y que fueron disparadas por armas de caño sin estrias como las que utiliza la policía para disparar proyectiles de goma.