Holanda se convirtió en el primer Estado europeo en sancionar una ley en la que se declara la neutralidad en Internet. Así se sentó un precedente legislativo sobre si los gobiernos o los servidores privados deben intervenir en las actividades de los usuarios.
Las críticas fueron muchas para el gobierno de los Países Bajos cuando se decidió bloquear a Pirate Bay, un sitio para compartir archivos, como Taringa, o, salvando las diferencias, Cuevana. Con una intervención de la Corte de La Haya, se logró impedir el acceso al contenido del sitio. La intromisión en la web le costó cara a la administración pública.
Pero ahora, lo que pesa sobre el Estado no son señalamientos sino felicitaciones. Es que en Holanda se sancionó la primera Ley de neutralidad en Internet, por lo que la injerencia tanto pública como privada quedó coartada. Es el primer país en Europa que sanciona una legislación de este tipo, cuando la discusión pasa por ver de qué forma se pueden endurecer las normas contra la libertad de la web.
Todo comenzó en 2011, cuando la discusión acerca de la neutralidad en Internet ingresó al parlamento holandés. La discusión llevó a una votación en la que se procuró poner en funcionamiento una serie de medidas para asegurar a los usuarios la protección al usar el medio.
Pero la sanción definitiva de la Ley llegó recién este jueves, y la medida no tardó en dar vuelta todas las redes sociales, blogs y páginas de Internet, a la vez que los cibernautas la celebraban e instaban a otros países a copiar el ejemplo.
La medida responde a los reclamos de los usuarios de la web. Es que permite el acceso por igual a todos los usuarios, a la vez que busca garantizar los contenidos, servicios y aplicaciones del ciberespacio sin restricciones, pero, sobre todo, buscando neutralizar los ataques a la privacidad que se dan a través de la navegación con mucha frecuencia, y lo que constituye también uno de los principales reclamos.
Los principales alcances de la legislación son: la prohibición a los proveedores de interferir con el tráfico de los clientes; la gestión del tráfico en caso de congestión y seguridad siempre que las medidas tomadas no perjudiquen a los usuarios; no se permitirán las escuchas telefónicas y restricciones de los proveedores.
Entre otras cosas, también estipula que en caso de intervención de la red de algún cliente particular, deberá hacerse en circunstancias limitadas o con el permiso del usuario, a la vez que las escuchas e intromisiones en el servicio solo se harán con una orden judicial.
En otro de los principales ejes, también se prevé que los proveedores solo podrán desconectar a los usuarios bajo un limitado número de circunstancias. Los legisladores entendieron en este sentido que Internet es muy importante para el funcionamiento de la sociedad, por lo que las únicas razones para ello serían varias facturas impagas o un caso de fraude.
En América Latina, el único país que sancionó una Ley de estas características fue Chile, durante 2010.