En tanto, se aplicará el CER a los créditos hipotecarios, prendarios o meramente personales, cuando fueron otorgados a personas jurídicas o, además en el caso de los créditos hipotecarios, si estuviera garantizado con un inmueble que no sea “vivienda única familiar y de ocupación permanente”, con lo que muchos medianos y pequeños empresarios que utilizaron la forma de una sociedad comercial para organizarse jurídicamente, quedaron afuera del nuevo decreto.
Por su parte, la Asociación de Deudores Argentinos (ADA) reclamó al Gobierno que la medida incluya a todos los créditos hipotecarios y solicitó además que se dé a conocer "cuanto antes" el Coeficiente de Variación de Salarios (CVS) índice que remplaza al CER y que será elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) para reprogramar de ahora en más las deudas.
El CVS estará determinado con la variaciones saláriales que se produzcan de ahora en más, a diferencia del CER que está marcado por el compás de la inflación.
Asimismo, ante la posibilidad de que el CVS se comience a instrumentar en octubre, desde la ADA se afirmó que la idea es hacerlos “descansar un poco” para que no molesten, y remarcaron que a partir de ese mes se volverá a “sufrir”.
También, apuntaron que como resultado de esta nueva forma de indexación muchos de los deudores tanto del sistema financiero como los que están fuera terminaran perdiendo sus casas.
Según el nuevo decreto, el CVS se aplicará a partir del próximo 1º de octubre y hasta ese entonces las cuotas no sufrirán ningún tipo de modificación.
Hasta el momento la eliminación del controvertido CER beneficia a una cifra que llega al millón de personas, las cuales mantienen deudas con el sistema bancario y financiero por una suma cercana a los 16.000 millones de dólares.