Los pescaron in fraganti con la Ley de Flagrancia

La nueva ley de flagrancia, diseñada por el Poder Ejecutivo de la Nación, entró en vigencia a principio de mes y preve que todas las personas que son sorprendidas cometiendo un delito sean juzgadas con mayor celeridad, con un juicio abreviado. El mecanismo establece que los delincuentes sean arrestados y tengan una audiencia donde se le imputen los delitos, que deberán ser gravadas para usarlas en el juicio.

Desde su implementación cosechó quejas y la última objeción vino de la justicia rosarina que resaltó que la ciudad no tiene lugar para alojar a los presos, existen numerosas vacantes en los juzgados e incluso en la Cámara Federal están en funciones tres de los seis jueces que debería tener.

Actualmente, Rosario cuenta sólo con dos jueces federales penales de primera instancia que deben turnarse para cubrir una vacante en uno de los dos juzgados civiles del mismo fuero. Ambos magistrados deben atender causas complejas como el narcótrafico y, a la vez, ocuparse de cuestiones civiles 

Desde el Poder Judicial santafesino resaltaron que no tienen lugar para alojar a los detenidos y "si la policía se pone firme y arresta a todas las personas a las que sorprenda cometiendo un delito federal, incluso a alguien que esté fumando un porro en la vía pública, los dos juzgados colapsarán".

"Sabíamos que el Congreso había sancionado esta ley, pero su promulgación venía demorada. Ahora nos cae de golpe y nuestra estructura de ninguna manera está preparada para hacerle frente. Si los juzgados ya eran un embudo, ahora será peor", expresaron funcionarios de la justicia santafesina.

Otro de los grandes inconvenientes a los que se enfrentan es que no cuentan con los espacios para realizar las audiencias previstas y, mucho menos, con la tecnología que ellas requieren, como equipos de audio y cámaras filmadoras.