Ricardo Lorenzetti dijo "basta" y les remitió cartas documento a Elisa Carrió y a la jueza Servini de Cubría, quienes lo criticaron duramente tras el fallo sobre las jubilaciones de los magistrados. El supremo denunció que había una afectación a su “honor y a su imagen”. Carrió, con sorna, primero ironizó en Twitter y después pegó el garrotazo: presentó el pedido de juicio político contra el presidente del Máximo Tribunal de Justicia.
Monzón-Benvenutti, Ali-Frazier, Tyson-Hollyfield, por citar alguna de las más célebres peleas de boxeo de la historia, podrían verse eclipsadas por la pelea que domina el ring político- judicial: Elisa Carrió vs. Ricardo Lorenzetti.
Este jueves los dos contendientes intercambiaron crosses y uppercuts. El primero en pegar fue Lorenzetti, quien en las últimas semanas se mantuvo con la estrategia de Niccolino Locce y no contestó ninguno de los puñetazos que le tiraba “Lilita”, quien ya le había adelantado su planteo “hiper ofensivo” y lo atacó por todos lados: primero con el incidente por la publicación del libro “El Señor de la Corte”, de Natalia Aguiar, y luego con la salida del fallo “Schiffrin” que obliga a los jueces de 75 años requerir un nuevo acuerdo del Senado para atacar sus funciones.
Cartas sin marcar
En el medio, Lorenzetti no descuidó otra “guerra interna” que mantiene con otra referente de la magistratura: María Romilda Servini de Cubría. La jueza federal se sintió “tocada” por el fallo de la Corte y declaró a los cuatro vientos que la sentencia había estado “digitada” en su contra. Las razones: la pelea que mantuvo su hijo Juan Carlos con el supremo juez y porque Lorenzetti se encuentra investigado en dos expedientes que están siendo instruidos por Servini.
El titular de la Corte hizo una suerte de promo “2X1” y les envió a ambas cartas documento intimándolas a que se retracten. En ambos textos se nota el sello de Lorenzetti: primero esquiva el ataque y después asesta los golpes.
Lorenzetti no se dirigió a ambas en su rol institucional como cabeza del Poder Judicial, sino como un “ciudadano” que en los últimos años fue “víctima de todo tipo de agravios”, los que ha “soportado con tolerancia”.
Pero a partir de allí tiró un “cross” directo a la mandíbula: “nunca imaginé que una jueza de la Nación podría utilizar injurias, agravios y difamaciones mediáticas para intentar modificar decisiones de la Corte Suprema y del Consejo de la Magistratura”, soltó ante Servini, a quien le reprochó sus declaraciones que lo sindicaban como el malabarista entre las sombras que pugnaba por su salida del Poder Judicial y que presionaba a jueces.
Lorenzetti usó una buena combinación de golpes: “no entiendo cómo es posible que una decisión de la Corte pueda afectarla cuando usted afirma que ha promovido en un juicio con anterioridad para defender su posición y hace mucho tiempo que es público que la Corte estaba deliberando sobre este tema”. Es que la jueza federal cuenta con una sentencia a favor dictada por un juez de la Seguridad Social desde el año 2010, por lo que no se vería afectada por el fallo Schiffrin.
El presidente de la Corte además le enrostró a la jueza que todo lo que dijo no lo haya denunciado “institucionalmente” en su oportunidad, y que no se lo haya dicho en las numerosas reuniones que, aseguró, mantuvo con la presidencia del Alto Tribunal. Además, Lorenzetti cambió su posición en el ring, asegurando que el presionado era nada más y nada menos que él en persona, al decir que Servini no podía presionar ni a la Corte, ni al Consejo de la Magistratura, ni a él, que no es una persona “ a la que se puede presionar”
Antes de aclarar que no tiene nada que ver con las causas “Fútbol Para Todos” y la investigación sobre el sistema de sorteos de causas en la Justicia, y de intimarla a que desmienta sus dichos ante los medios, Lorenzetti tiró un golpe para noquearla: “Lamentablemente, Ud. se ha apartado de todo lo que es esperable de un magistrado”.
Piñas van, piñas vienen
Con el mismo énfasis, Lorenzetti se dirigió a Carrió, que en el último tiempo lo tenía casi como “punching-ball” y le recordó que las denuncias de “Lilita” pasaron con pena y sin gloria por la Justicia Federal, que lo sobreseyó por la denuncia por enriquecimiento ilícito que había presentado la legisladora del Frente Cambiemos.
Además, le hizo saber que las decisiones de la Corte que ella ataca fueron suscriptas por todos los ministros, quienes no cuestionaron su actuación “ni encontraron nada objetable”. Respecto del manejo de los fondos del Poder Judicial, una de las denuncias insignia que pesan sobre Lorenzetti, este contestó que la administración y a las obras públicas, corresponden al Consejo de la Magistratura y no a la Corte.
“En su conducta hay una afectación de mi honor y de mi imagen personal que ya no puede ser tolerada”, consignó Lorenzetti. La contestación de Carrió fue de stand up. En su cuenta de Twitter ironizó “Yo no afecté su imagen porque no hablé del Botox”. Las redes estallaron.
Pero como si esto fuera una distracción, al poco tiempo la legisladora contraatacó: anunció la presentación del pedido de juicio político ante la Cámara de Diputados. Pese a que había adelantado que no iba a hacer la presentación hasta pasada Semana Santa, no hubo “tregua” por las pascuas para Carrió.
La diputada realizó el pedido basado en las causales de mal desempeño “y eventuales delitos en el ejercicio de sus funciones”. En un extenso escrito, aseguró que la presentación “tiene como objetivo terminar con las mafias enquistadas en las instituciones de la República, en este caso en la presidencia de la Corte Suprema de Justicia”. Carrió retomó un argumento que utilizó el presidente Macri, el de “terminar con las mafias”.
La presentación cita antecedentes de Lorenzetti incluso desde antes de su ingreso a la Corte, como su presunto papel como gerenciador del PAMI y “el hostigamiento a la AMDC”. Además, vuelve sobre el “oscuro patrimonio” del supremo, pese a que, como consignó el denunciado en su carta documento, ya cuenta con un sobreseimiento por ello.
Carrió denunció que Lorenzetti le “usurpó” al Congreso facultades legislativas “para no cumplir con la ley de ética en el ejercicio de la función pública”. El texto califica al sistema de publicidad de las declaraciones juradas patrimoniales de los ministros de la Corte de “oscuro” que impide su control por parte del periodismo.
La diputada chaqueña retomó también las anteriores denuncias sobre el manejo de los fondos del Poder Judicial y las dos causas que tiene en su poder la jueza Servini, testigo estrella convocada ante la eventual apertura del proceso. Se trata del rol de la mutual Pyme Rural, que habría cambiado cheques a la AFA, según figura en el expediente “Futbol para Todos”, y de la cual Lorenzetti sería uno de los miembros.
La otra, la ya mencionada causa sobre la presunta manipulación de los sorteos en la órbita del Poder Judicial. Carrió manifestó que la empresa adjudicataria de la licitación del sistema informático estaba vinculada con Lorenzetti. La causa se abrió por una presentación de Carrió que calificó al sistema de “endeble, manipulable e inseguro”.
“La debilidad era tal, que el sistema podía ser alterado mediante claves genéricas que sin resguardo ni control eran de conocimiento de muchos usuarios del sistema, ya que los ingresos no quedaban registrados, lo que hacía imposible determinar intromisiones y responsables”, aclara el texto.
Un apartado especial merece la mención a la “transferencia de estructuras propias del ámbito de actuación y control del Consejo de la Magistratura a la Corte”. Lo que fue calificado como una suerte de desarticulación de los mecanismos de participación en la toma de decisiones y de control interno de la administración de “la caja” del Poder Judicial de la Nación. También tiene peso propio el manejo del llamado “fono anticíclico” del Máximo Tribunal.
“Las causales descriptas en los acápites precedentes permiten asegurar que la conducta del juez Ricardo Luis Lorenzetti que son objeto del presente reproche, van más allá del aspecto “opinable” sobre la figura del Presidente de la Corte. Las referidas irregularidades son prueba indiscutible de su mal desempeño y, en efecto, aparecen claramente enderezadas y concatenadas entre sí para acreditar la existencia de alguna finalidad distinta de aquélla que impregna la administración de justicia”, sintetizó Lilita, y con ello espera dar el golpe de Knock Out.
Diario Judicial consultó a fuentes cercanas al titular de la Corte, que consideran que la denuncia "es más mediática que judicial", ya que en su mayoría se citan causas "que ya están cerradas". "Hay una orfandad probatoria alarmante", opinan allegados de confianza del presidente supremo.