Apple le ganó un juicio a la fabricante de muñecas Yoly Bell, que se opuso a que se registre la marca “Retina”, que la firma de la “manzanita” utiliza para las pantallas de sus productos.
El monstruo de la tecnología estadounidense Apple Inc. Acaba de obtener un importante triunfo en la Justicia Argentina, que le permitió registrar ante el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI) la marca “Retina”, pese a la oposición de la famosa empresa fabricante de muñecas Yoly Bell.
“Retina” es el nombre que la corporación fundada por Steve Jobs le da al tipo de pantalla que utiliza para sus productos d “iMacs” (las computadoras y las portátiles denominadas “MacBooks”), los iPad, iPhone, iPod,y demás.
La denominación obedece a que se trata de pantallas de “alta densidad de pixeles, por encima de los 300 ppp (que son los pixeles que el ojo humano puede distinguir)”, pero que en el modelo “Retina” los pixeles “tienen un tamaño imperceptible, por lo que ello se traduce en una increíble calidad de imagen para el usuario”.
Pero Yoly Bell se opuso a su registro por considerar que se confunde con su marca “Regina”. Al contestar la demanda que dio origen a los autos “Apple Inc. C/ Yoly Bell S.A. S/ cese de Oposición al Registro de Marca” alegó que que existe una “evidente confundibilidad y destacando que lo que más impresiona es la identidad fonética que poseen, por lo que entiende que el público consumidor ante la mención de una de ellas evocará a la otra”.
Apple, por su parte, sostuvo que las marcas “tienen significados totalmente disímiles, pues mientras la primera guarda clara relación con el ojo como órgano, la segunda evoca a un nombre propio de mujer”.
La Justicia le dio la razón a la empresa con sede en Palo Alto, California, por considerar “infundada” la oposición deducida por la demandada al registro de la marca. El fallo quedó firme luego de que la Sala III de la Cámara civil y Comercial Federal rechazara el recurso de Yoly Bell. Los camaristas María Susana Najurieta, Ricardo Víctor Guarinoni y Francisco de las Carreras consideraron que no estaba debidamente argumentada la apelación.