Así lo afirmó una vocal del Tribunal Federal de Paraná en el marco de juicio abreviado contra tres personas por transportar estupefacientes. “Los verdaderos empresarios de la droga contratan a personas vulnerables, permaneciendo a las sombras, con total impunidad”, señaló el fallo.
El 29 de marzo de 2016, Gendarmería Nacional llevó a cabo un procedimiento de control vehicular rutinario en la ruta nacional 12.
En este escenario, los agentes detuvieron la marcha de un ómnibus de pasajeros proveniente de la ciudad de Corrientes, con destino la ciudad de Santa Fe. Después de realizar el control de los pasajeros, la fuerza preventora halló en la bodega del micro 86 kilogramos de marihuana, dispuesta en 88 paquetes compactos, de forma rectangular -tipo ladrillos-, engrasados, envueltos en papel aluminio y nylon transparente.
Un albañil, un cuidacoches y un empleado de un maxikiosco fueron imputados por el delito de transporte de estupefacientes. Las partes pactaron resolver el caso mediante un juicio abreviado y acordaron una pena de cinco años de prisión.
En este escenario, la jueza Lilia Graciela Carnero consignó que, en el caso puntual, los tres imputados son “personas adultos, todavía jóvenes, de condición humilde, manifestado cada uno de ellos, estar arrepentidos de su accionar delictivo, justificándolo en las necesidades que les presentaba la dinámica cotidiana para hacer frente a sus gastos de subsistencia, sin tener ningún trabajo estable”. Los imputados dijeron trabajar en changas de albañilería “en negro”.
“En este panorama surge evidente que los verdaderos empresarios de la droga contratan a personas vulnerables, permaneciendo a las sombras, con total impunidad”, concluyó la magistrada en la sentencia que homologó el acuerdo arribado entre las partes.