Un fallo de la justicia de Río Negro ordenó indemnizar a una mujer que sobrevivió a un trágico accidente pero las secuelas físicas y estéticas frustraron su carrera de modelo.
El Juzgado Civil N° 31 de Choele Choel condenó a un chofer del camión, a la empresa de transportes para la cual trabajaba y a su aseguradora a indemnizar con más de dos millones de pesos a una mujer que sufrió un accidente y las secuelas le impidieron continuar con su carrera de modelo.
El hecho ocurrió cuando la denunciante emprendió un viaje con amigos a Las Grutas y terminó en tragedia por la mala maniobra del camionero. El Fiat 147 en el que viajaban las víctimas quedó destruido: la joven que conducía y una niña de tres años murieron en el acto, otro joven resultó herido y la modelo neuquina de 20 años sobrevivió de milagro, gravemente lesionada, y pasó horas atrapada dentro del vehículo junto a los cuerpos sin vida de su amiga y la pequeña.
La indemnización contempló el “profundo sufrimiento mientras esperaba la llegada de auxilio, que se prolongó por horas, no sólo por las heridas físicas sufridas sino también por el terrible cuadro que la rodeaba” y otras secuelas que sufrirá de por vida.
La titular del juzgado, Natalia Constanzo, consideró que el camionero “actuó de forma imprudente, violando el deber de cuidado que se debe al conducir un rodado de las características del involucrado en el hecho” y el siniestro le dejó a la mujer graves secuelas físicas, estéticas y psicológicas que frustraron su deseo laboral.
Para acreditar la responsabilidad del chofer la jueza valoró la pericia accidentológica que arrojó que el camión con acoplado, de la empresa Vial Agro, iba en sentido opuesto y sorpresivamente invadió el carril contrario, impactando primero contra un camión cisterna y luego, en un efecto tijera, contra el pequeño auto que iba atrás, donde viajaba la víctima.
Por otra parte, la pericia médica confirmó como secuela en la joven una incapacidad física permanente del 18% derivada de traumatismos de cráneo y rostro, cicatrices y una limitación funcional irreversible del brazo derecho a raíz de una fractura expuesta. Para la magistrada, esas lesiones “repercuten desde la fecha del hecho, y lo harán a futuro, en todas las áreas de la vida, incluida la faz laboral” configurando “lo que en derecho se conoce como 'Pérdida de Chance'”.
La indemnización contempló el “profundo sufrimiento mientras esperaba la llegada de auxilio, que se prolongó por horas, no sólo por las heridas físicas sufridas sino también por el terrible cuadro que la rodeaba” y otras secuelas que sufrirá de por vida.