X Corp, más conocido como la red social Twitter (Ahora solo “X”), demandó a dos organizaciones conocidas como CCDH US y CCDH UK (Center For Countering Digital Hate o Centro para contrarrestar el odio digital) a quienes acusó de ser organizaciones activistas disfrazadas de agencias de investigación, financiadas y apoyadas por organizaciones desconocidas, individuos y potencialmente incluso gobiernos extranjeros con vínculos con empresas de medios de comunicación que habrían iniciado una “campaña de miedo” para ahuyentar a los anunciantes de la plataforma.
Pero además reclamaron que eso se realizó realizándose una serie de “actos ilícitos” diseñados para obtener acceso indebido a datos corporativos protegidos para que pudieran elegir entre cientos de millones de mensajes publicados cada día en X y “afirmar falsamente que tenía apoyo estadístico que mostraba que la plataforma está abrumada con contenido dañino”.
Acusan a las demandadas de violar los términos y condiciones de X Corp y de convencer a un tercero “desconocido” de que incumpliendo sus obligaciones contractuales compartiera indebidamente las credenciales de acceso a una base de datos segura a la cual accedió para extraer información sin autorización
En su demanda acusan a las demandadas de violar los términos y condiciones de X Corp y de convencer a un tercero “desconocido” de que incumpliendo sus obligaciones contractuales compartiera indebidamente las credenciales de acceso a una base de datos segura a la cual accedió para extraer información sin autorización, citando luego en forma selectiva los datos obtenidos para hacer creer a las empresas de que la red social estaba llena de ese contenido y que debían dejar de anunciarse en la plataforma.
En respuesta a los informes elaborados por las demandadas, algunas empresas dejaron de invertir en publicidad en X, dañando de forma directa a X Corp en decenas de millones de dólares de ingresos publicitarios lo que se probaría en juicio, ya que “su presión continua sobre las marcas es un intento de sofocar la libertad de expresión en la plataforma X”.
La red social de la X expuso que la conducta de CCDH tenía un historial similar no solo para combatir el odio sino también para censurar otros puntos de vista en las redes sociales, targiversando información y exigiendo luego a proveedores de las plataformas que expulsen a personas silenciando sus puntos de vista sobre temas debatidos como el cambio climático, las vacunas COVID-19 o la salud reproductiva, contrariando la libertad de expresión según sus ideas.
También afirmaron que en respuesta a los informes elaborados por las demandadas, algunas empresas dejaron de invertir en publicidad en X, dañando de forma directa a X Corp en decenas de millones de dólares de ingresos publicitarios lo que se probaría en juicio, ya que “su presión continua sobre las marcas es un intento de sofocar la libertad de expresión en la plataforma X”.