En la causa “Recurso de hecho deducido por la defensa en la causa Coccaro Retamar, Héctor Raúl s/ expedientes penales", la Corte Suprema de Justicia de la Nación desestimó la queja contra el rechazo al pedido de libertad condicional planteado por la defensa de uno de los llamados Doce Apóstoles, quienes participaron en el motín en la cárcel de Sierra Chica, en marzo de 1996.
La defensa oficial de Coccaro Retamar planteó en la etapa de ejecución de la pena privativa de la libertad la inconstitucionalidad del artículo 52 del Código Penal (reclusión por tiempo indeterminado) y solicitó la consecuente libertad por agotamiento de pena de su representado.
El 30 de marzo de 1996, tras un intento fallido de fuga derivó en la toma del penal de Sierra Chica donde un grupo conocido como "Los 12 Apóstoles" se hizo del control y tomó a 13 guardia cárceles como rehenes, más una jueza y el secretario de su juzgado, que ingresaron para hablar con ellos.
En ese marco, señaló que si bien su representado había sido condenado a reclusión perpetua más la accesoria de reclusión por tiempo indeterminado, el juez de ejecución fijó en 37 años y medio el límite para que, a partir de entonces, pudiera cumplirse la sanción restante bajo el régimen de libertad condicional. Sin embargo, dijo, su representado llevaba más de 46 años y medio en prisión.
El Juzgado Nacional de Ejecución Penal N° 4 rechazó su reclamo y la defensa impugnó la decisión hasta llegar a la Corte. Con posterioridad a la interposición de la queja ante el Máximo Tribunal, la defensa solicitó la libertad condicional de su representado y cuestionó, nuevamente, el artículo 52 del Código Penal. Esa petición también fue rechazada en las instancias previas.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación, con la firma de los ministros Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti, también desestimó el planteo.
El 30 de marzo de 1996, tras un intento fallido de fuga derivó en la toma del penal de Sierra Chica donde un grupo conocido como "Los 12 Apóstoles" se hizo del control y tomó a 13 guardia cárceles como rehenes, más una jueza y el secretario de su juzgado, que ingresaron para hablar con ellos.
El motín duró varios días y se caracterizó por la violencia y los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad que intentaron retomar el control de la cárcel. Los presos realizaron varios secuestros de guardias y quemaron varias instalaciones de la prisión, incluyendo un pabellón completo.
Finalmente, después de varios días de negociaciones, las autoridades acordaron algunas de las demandas de los presos y se llegó a un acuerdo para terminar el motín. El Motín de Sierra Chica fue uno de los motines más violentos en la historia de las cárceles argentinas y tuvo un gran impacto en la opinión pública.