La Comisión de Acuerdos del Senado emitió dictamen y el pliego del juez Ariel Lijo para integrar la Corte Suprema se encuentra listo para ser tratado en el recinto en la próxima sesión.
El despacho lleva las firmas de Ezequiel Atauche, Eduardo Vischi, Juan Carlos Romero, Carlos “Camau” Espínola, Beatriz Ávila, Carlos Arce, Sergio Uñac, Claudia Ledesma Abdala de Zamora y Lucía Corpacci.
Fuentes parlamentarias aseguraron que la fecha tentativa para el tratamiento del pliego de Lijo podría ser el próximo 20 de febrero, un día antes de que termine el período de sesiones extraordinarias, aunque no está garantizado.
En cuanto al pliego de Manuel García-Mansilla, este aún no cuenta con dictamen de comisión y necesitaría la habilitación de dos terceras partes en el recinto para dar lugar al tratamiento sobre tablas.
En agosto de 2024, el candidato del Ejecutivo para completar la Corte Suprema defendió su postulación en el Congreso y recibió 182 preguntas, más la intervención de los legisladores, y comenzó con diferenciarse de los actuales miembros del Máximo Tribunal y aseguró que “la Corte hoy está integrada por académicos que provienen de distintos sectores de la actividad jurídica, y yo sería un representante del Poder Judicial” y destacó la necesidad de “una justicia más proactiva y la importancia del control judicial sobre los actos del poder”, citando el histórico fallo de Marbury vs. Madison.
Sobre las impugnaciones que recibió, Lijo sostuvo: “Fui denunciado de forma sistemática. Cuando uno recibe una denuncia injusta que versa sobre cuestiones que desconoce o son de prueba negativa son situaciones en la que uno pone en juego sus propias convicciones. ¿Qué debe hacer un juez frente a falsas imputaciones? De acuerdo a mis convicciones decidí que se active todo el sistema de justicia y todos los recursos que el Estado tiene de investigación porque los jueces están sometidos al escrutinio constante”.
El magistrado subrayó que fue “investigado por la UIF, por la AFIP y por el Ministerio Público y el Juzgado Federal durante tres años. En los que me abstuve de intervenir. Las imputaciones originales fueron falsas y Mario Cúneo Libarona nunca fue mi abogado, no tuve abogado defensor porque no tuve imputación”.
Una de las principales críticas que recibió fue sobre la falta de paridad de género y aseguró: “si la pregunta es si la Corte Suprema tiene que estar integrada por una mujer la respuesta es sí. Respecto de mi propuesta, si el Ejecutivo cometió un error o cómo evaluar la propuesta del Ejecutivo respecto a la cuestión de género, no me corresponde responder a mi”.
Lijo también destacó la necesidad de reducir la litigiosidad que llega a la Corte, proponiendo soluciones más rápidas y efectivas. Además, abogó por una mayor cooperación entre la Corte y el Congreso para crear políticas que respondan de manera más eficiente a los problemas que enfrenta la ciudadanía.
El juez federal planteó la importancia de conocer la realidad de la Justicia federal en todo el país para establecer políticas judiciales que irradien al resto de los tribunales, al entender que “el federalismo no es una mera expresión vacía, implica respetar la autonomía de las provincias, la gestión de sus recursos y políticas de desarrollo”.
“Tanto la opinión de mi idoneidad técnica como la de mi experiencia en el juzgado o mi desarrollo no son como son presentadas”, concluyó.
Fuentes parlamentarias aseguraron que la fecha tentativa para el tratamiento del pliego de Lijo podría ser el próximo 20 de febrero, un día antes de que termine el período de sesiones extraordinarias, aunque no está garantizado.