Así, desde el Ejecutivo se está estudiando la posibilidad de dictar un decreto de necesidad y urgencia para que los deudores bancarios queden incluidos en el mecanismo de conciliación judicial que ya fuera implementado para las deudas entre particulares por el decreto 2415/2002.
Como se sabe, el próximo lunes vence el plazo acordado entre el gobierno y las principales asociaciones de bancos de la Argentina para mantener en suspenso las ejecuciones y se estima que cerca de 420.000 deudores se encuentran en situación de riesgo, de los cuales unos 170.000 son deudores bancarios que están en proceso de ejecución.
Ya en noviembre del año pasado, oficialismo y oposición habían acordado sacar en febrero una ley de mediación judicial previa a la orden de las subastas, norma que si bien seguiría las líneas del decreto 2415/2002, también incluiría los casos en los que el acreedor sea una entidad financiera.
La idea se retomó hace dos semanas en el Congreso, con la intención de proteger especialmente a los deudores, sean bancarios o no, que solo poseen vivienda única destinada a uso familiar. Algunos legisladores entienden que hay numerosos deudores que no pudieron pagar porque cobran sus sueldos en cuasi monedas, como ser Patacones o Quebrachos, que no son aceptadas por algunos bancos como medio de pago.
No hay que olvidarse que en el punto 31 del citado Memorando con el FMI se informa y acuerda que “El gobierno también se encuentra trabajando en pos de un programa integral para respaldar arreglos judiciales entre empresas con problemas financieros y sus acreedores”, comprometiéndose a enviar un proyecto de ley al Congreso. Entonces, razonan algunos diputados, si puede hacerse para las empresas deudoras, ¿por qué no para otros deudores?.
Por otra parte, están los que piensan que los tiempos no dan para esperar la sanción de una ley, como el diputado justicialista entrerriano Julio Solanas, que pidió al Ejecutivo la firma de un decreto de necesidad y urgencia que establezca un sistema de mediación para los casos de morosos con deudas bancarias.
De todas maneras, no se espera que el lunes haya un aluvión de demandas ejecutivas promovidas por los bancos, ni de escritos solicitando subastas en los procesos ya iniciados. La idea es negociar primero con los deudores, caso por caso y evaluar posibles planes de pago, como ya se viene haciendo, planes de pago que incluyen quitas en intereses y hasta capital adeudado, según los casos.