A los dos representantes del ministerio público les imputaron un rosario de delitos, desde asociación ilícita hasta coacción e incumplimiento de deberes de funcionario, en varios hechos sucedidos durante la instrucción.
Además, en el caso de Barbaccia, le cuestionaron que estuvo presente en la declaración indagatoria del 5 de julio de 1996, y en el momento en que Telleldín recibió un llamado a través de un teléfono provisto por la SIDE, por el que le confirmaron que su familia había recibido los primeros 200.000 dólares.
Telleldín dijo en el juicio –y sus abogadas lo reafirmaron- que recién firmó la declaración cuando supo que el pago se había efectuado. Barbaccia y también Mullen aseguraron bajo juramento en la causa que instruye Claudio Bonadío que nunca supieron nada del pago.
Así, la defensa del preso clave anunció que denunciarán a Barbaccia ante en el Consejo de la Magistratura, donde actualmente el fiscal concursa para ocupar uno de los juzgados federales vacantes en la Capital Federal.
Defendiendo a la familia
Además de la denuncia a los fiscales, la abogada Novello usó buena parte del alegato de hoy para defender a la mujer de Telleldín, Ana Boragni, quien siguió atenta la audiencia desde la zona reservada a los familiares.
Boragni declaró durante tres jornadas en el juicio oral. El primer día, contó la versión que ahora sostiene su marido: la camioneta que se usó como coche bomba fue vendida en una operación normal al nunca hallado Ramón Martínez.
Después, interrogada por el juez Guillermo Gordo, Boragni terminó cambiando su versión y asegurando que en aquella operación no hubo dinero, y que la camioneta fue entregada a los policías que extorsionaban a su marido.
Hoy, la abogada aseguró que la mujer cambió su versión presionada por la prensa que aseguraba que la mujer quedaría presa si mantenía la primera versión de la venta de la Trafic.
“Sabía que si decía la verdad la imputaban por falso testimonio”, enfatizó Novello, al tiempo que reclamó que el Tribunal Oral no tome ninguna medida contra la mujer, para quien los fiscales reclamaron que se la procese como partícipe necesario del atentado.
“La libertad de esta mujer todavía está en juego”, enfatizó con tono firme aunque monocorde la letrada.
Un salvavidas a los policías
Ayer, a última hora la defensora Fechino le tiró un salvavidas a los policías acusados por el atentado, al asegurar que la fallecida camarista Luisa Riva Aramayo le “marcó” que debía imputar a los policías bonaerenses.
“Estoy cansada de ladrones de autos, vamos por la policía” dicen que le dijo Riva Aramayo a Telleldín. “Ese era el lenguaje que usaba esta camarista”, enfatizó Novello, aunque enseguida aclaró que fue el juez Juan José Galeano el que “definió los nombres” de los policías.
“De inventar la historia se encargó el juez”, dijo Fechino y precisó que las instrucciones quedaron registradas en los videos grabados en el juzgado y que, en su mayoría, se destruyeron.
En ese sentido, Fechino aseguró que los videos que sobrevivieron fueron editados para que no se vieran los inicios de los encuentros en donde Galeano le daba las instrucciones a Telleldín sobre lo que debía decir.
Sin embargo, hoy al promediar la tercera jornada de alegatos, fue Novello la encargada de reclamar que esos videos no sean considerados como prueba por el Tribunal.
La larga lista de nulidades que comenzó ayer no terminó allí: pidieron que no se tome en cuenta la declaración de Boragni en el juicio y fueron más allá, al reclamar que también se nulifique la indagatoria a Telleldín y las elevaciones a juicio de Galeano, los fiscales y las querellas.
Esto significa, claro, que pedirán la absolución de Telleldín, algo que formalmente se completará mañana.