El comunicado firmado por el presidente de esta asociación, el médico Luis Aldo Ravaioli, y al que tuvo acceso este medio, concluyó que "la Suprema Corte de Justicia bonaerense ejerce un despotismo ilustrado y discrimina por racismo cromosómico, suponiendo que existen vidas de segunda o carentes de valor”.
Por su parte, la organización Pro-Vida aseguró que el fallo del máximo tribunal bonaerense es "una regresión moral" y cuestionó que "el Estado, en vez de proteger a los más débiles, los discrimine según un standard de calidad".
"El día de mañana, otra madre va a arguir sufrimiento porque le informaron que su hijo tiene síndrome de Down y otra dirá que le informaron que el suyo tendrá una sobrevida de poco tiempo, y entonces se establece la eugenesia", pronosticó esa ONG de orientación católica. La organización que preside el abogado Roberto Castellano criticó que "se ponga el derecho de la madre a no sufrir por encima del derecho a la vida" y alertó que de ese modo se "está convirtiendo al Estado y a los médicos en dueños de la vida ajena".
Del otro lado de la vereda, el Director del Instituto de Bioética de la Fundación Mainetti de La Plata, Dr. Alberto Mainetti, sostuvo que el fallo de la Corte bonaerense “es un paso muy importante, porque todo este tipo de casos debe contar con una opción médica que luego la justicia convalide”.
En diálogo con Diariojudicial.com, Mainetti señaló que “el fallo es muy coherente con lo que está sucediendo con casos similares en distintos países del mundo”. Asimismo, afirmó que “debe dársele mayor preponderancia a la responsabilidad médica en este tipo de casos e ir avanzando en el sentido de desjudicializar estos temas” y, en ese sentido, “es muy importante la aprobación de una ley en la legislatura porteña para casos de anencefalia”.
Mainetti aclaró que “en la Provincia de Buenos Aires se ha deliberado sobre una ley de salud reproductiva, que podría contener los parámetros para la intervención profesional en territorio bonaerense, y si se profundiza en ese aspecto se podrá hacer un importante progreso”.
El profesional admitió la postura de la Iglesia católica de considerar persona al feto anencefalico pero solicitó la posibilidad de debatir respecto de este tema.
El fallo de la Corte bonaerense autorizó la interrupción de un embarazo de ocho meses debido a que el feto en gestación padecía una malformación congénita, y recomendó a los tribunales provinciales que adopten idéntica medida en casos similares. En primera instancia, la solicitud había sido rechazada por una juez del Tribunal de Familia nº 3 de La Plata, que no permitió el aborto pese a que los médicos, en el sexto mes de embarazo, detectaron malformaciones en el feto y diagnosticaron anencefalia.
Vale aclarar que esta es la primera vez que la Suprema Corte de Justicia bonaerense se pronuncia a favor en un caso de estas características.
La anencefalia es una anomalía congénita en la que el feto no desarrolla los hemisferios cerebrales ni el tálamo, como tampoco la estructura ósea del craneo. La situación, irremediablemente, provoca la muerte del bebé luego de su nacimiento.