Su mirada sobre el PROJUM no es para nada positiva. “Como proyecto es bueno y yo estaba muy entusiasmado, pero hay que armarlo de diferente forma, hay que tener mayores exigencias y hay que tener gente técnicamente capacitada”, opina, al tiempo que enumera las deficiencias que presenta su fuero desde el punto de vista informático.
Además de pedir un plan informático “integral”para la Justicia, durante la entrevista Vasallo recordó que todavía no está vigente la ley de firma digital, del 2001. “En 5 años tenía que estar todo el Poder Legislativo, el Poder Ejecutivo y la parte administrativa del Poder Judicial usando documentos digitales. Hoy ni siquiera está armada la estructura de firma digital, no tenemos autoridades certificantes y no tenemos auditoría”, se queja.
¿Hay un retraso informático en la Justicia?
Lo que hace falta es un plan informático, no sé si sólo a nivel Judicial, sino quizás lo sea a nivel estatal. Desconozco si lo hay en el Poder Ejecutivo o Legislativo, pero lo que sí debería haber en general, y en particular en la Justicia, es un cierto estándar técnico para que todos los Tribunales, tanto a nivel nacional como provincial, puedan comunicarse entre si. La intercomunicación es fundamental, sobre todo en esta época de Internet. Pero para ello hay que pensar en estándares y no en programas específicos. Si yo fuera administrador, sea estatal sea privado, prestaría especial atención a ello. Es que no puede permitirse quedar cautivo de una empresa, tanto mas en el caso del Poder Judicial que maneja una información muy voluminosa y sensible.
¿Cuál es la situación en su fuero?
Frente a la falta de un proyecto global, sucede que Comercial usa un sistema, Civil otro, Laboral un tercero, y Penal otro tanto. Pero lo mas grave es que no tienen la posibilidad de comunicarse entre sí. Si desde Comercial mandamos un expediente a civil, sea para tramitarlo por cuestiones de fuero de atracción sea por problemas de competencia, el Juzgado destinatario no puede aprovechar la carga informática realizada en el anterior. Igual sucede dentro del fuero, pues al no haberse instalado un programa multiinstancia, la carga de primera instancia no es aprovechada por la Cámara y viceversa. En el fuero se han instalado programas de gestión de modo autónomo (por Juzgado o por Salas). Y dentro de primera instancia hay tres juzgados que tienen un programa diferente del resto de los 23. En Cámara recién ahora, también en forma autónoma, se están instalando programas de gestión para encauzar la tarea. Pero el programa oficial es el que llaman, no se si cariñosamente, “programa verde”, porque tiene una pantalla verde similar a los vigentes en la década del 80. El programa es un dinosaurio tecnológicamente hablando y también desde lo operativo. Como ejemplo al ser utilizado en modo consulta, los empleados de Cámara que lo operan me han dicho que muchas veces tienen que aguardar 3 minutos para pasar de una pantalla a otra,, por lo cual es fatal que se formen grandes colas.
Que paradójico. Se supone que estas cosas se hacen para agilizar la Justicia
Claro, por eso el enojo de los profesionales es razonable. La ventaja de este “programa verde” es que se puede ver parte de su carga por Internet. Sin embargo, lo que se carga en el “verde” es insuficiente y a la vez por no ser un programa de gestión, es necesaria una doble carga, tanto en este como en el de gestión que efectivamente se usa para dictar sentencia. Si en lugar de tener aquel programa tuvieramos un software moderno también podría ver la sentencia de Cámara desde cualquier estudio, o por la parte, se encuentre esta en Japón, Nueva York, o Finlandia. Internet, hace que nos podamos conectar a cualquier sitio desde cualquier lugar del mundo y a toda hora. Entonces, vuelvo a lo primero, la ausencia del plan integral ocasionó que en muchas dependencias judiciales se hicieran esfuerzos anárquicos pero necesarios para salvar una situación. Mi ex juzgado, el Comercial Nº 5, fue el primero que se informatizó en el fuero, pero reconozco que, igual que otros, de forma anárquica. Ello sucedió en momentos en que se caía el edificio de Diagonal Norte, lo cual requirió de una solución urgente.. En ese momento, la Cámara del fuero, presidida por la Dra. Piaggi, consultó entre profesionales de ingeniería y recibió como dictamen que la forma de salvar este edificio era bajar los grandes pesos de los pisos altos a planta baja. La idea fue entonces probar con mi juzgado como conejillo de indias, si podían funcionar las mesas de entradas en planta baja. Acepté y físicamente mudamos las mesas de entradas en las vacaciones de invierno del año 94, para lo cual puse sólo dos condiciones: contar con un sistema informático que evitara que los profesionales subieran al octavo piso (lugar donde había quedado el resto del juzgado) e intercomunicadores telefónicos, es decir, una centralita, para facilitar la comunicación con el sector “alejado” del juzgado. A los pocos meses (ocho meses aproximadamente), empezamos a brindar información vía modem.
¿Ninguna sentencia del fuero comercial se puede leer por Internet?
Se pueden leer todas las de primera instancia.
¿Las de cámara no?
No todavía.
¿Ayuda tener gente joven en el juzgado para este tipo de emprendimientos?
Ayuda la juventud porque es gente mas familiarizada con la tecnología. En aquel tiempo (1994) la computadora era todavía un aparato poco conocido, y los dos grandes miedos que se presentaban para el usuario que se iniciaba era romper la computadora o borrar su contenido. Pero cuando se empieza a trabajar en computación, uno se da cuenta que son bastante mas fuertes de lo que uno ´presume, pues se rompen en casos extremos y que para borrar cosas hay que ser doblemente torpe pues muchas veces la computadora le pregunta... ¿quiere borrar?, si o no.
¿Todavía hay resistencia entre sus colegas a la informatización y a los adelantos de la tecnología?
No, mire, básicamente es un cambio cultural. En los últimos años cada vez mas la gente se está dando cuenta más de la importancia que tiene la informática. Hace pocos años, aunque 9 años en computación son siglos, en el año 97 quise hacer una charla para jueces del fuero y realmente tuve muy poca receptividad. De los 26 jueces vinieron dos o tres y ningún camarista, y de los sesenta secretarios habrán venido alrededor de diez. En aquel tiempo todavía no existía la conciencia actual de la importancia de la herramienta informática.
¿Por qué todavía es tan complicado conseguir un fallo digitalizado?
Para ello hay que reformar una serie de cosas, vuelvo al proyecto informático general, al cambio legislativo y la firma digital. La ley de firma digital se promulgó en el año 2001 y a fin de ese año fue reglamentada. Pero acabo de conocer el dictado de un decreto que modifica parcialmente aquella normativa reglamentaria. Pero lo cierto es que la propia ley de 2001 estableció en uno de los últimos artículos, que en 5 años tenía que estar todo el Poder Legislativo, todo el Poder Ejecutivo y la parte administrativa del Poder Judicial usando documentos digitales. Pero hoy ni siquiera contamos con la infraestructura de firma digital operando: no tenemos autoridades certificantes, no tenemos auditoria, no tenemos todo ese andamiaje técnico que exige la ley de firma digital para darle certeza a estos documentos. Volviendo a la pregunta, hoy se pueden leer y bajar de Internet las sentencias de primera instancia, pero al no tener firma digital carecen de valor legal como documento informático.
¿Está de acuerdo en que la digitalización de los fallos ayuda a la transparencia?
Por supuesto, La posibilidad de leer y bajar las sentencias es algo muy reciente y, no ha surgido de una iniciativa del poder político, o de un eventual mecenas, sino del esfuerzo de alguna gente que nos interesó el tema y nos pareció que era absolutamente importante contar con esa herramienta que mejoraba tanto nuestro trabajo interno como el del abogado litigante. Pero si hay un efecto fundamental en ello es la transparencia, que constituye un valor esencial en el ejercicio de la Justicia.. Y en ello la informática colabora de modo trascendente pues una vez publicada una actuación judicial, no es posible modificarla pues si se hace de modo irregular, es posible que antes hayan sido varias cientos o miles de personas que la hayan conocido. Con ello también se evita una práctica que, si bien no puede decirse que sea común, ha sucedido como la firma antidatada. Los sistemas informáticos cuentan con herramientas de auditoría que descubren tanto estas irregularidades como sus autores.
Y en su fuero, ¿cómo es el servicio de internet?
Hay internet desde 1999 pero en los últimos tiempos se ha vuelto muy lento, lo cual lo torna inoperable en muchos casos. Es que el ancho de banda es insuficiente, y parecería que también lo es el hardware. No puede olvidarse que en un principio el sistema on line se armó para 40.000 o 50.000 consultas por mes y hoy según me han dicho, estamos superando los cuatro millones de consultas en ese mismo período (un mes). La consecuencia es la congestión de líneas, que provoca la falta de acceso del público. En estos días en la Dirección de Tecnología está haciendo esfuerzos por superar el problema.
¿Además son vulnerables los sistemas informáticos que usa la Justicia?
Sinceramente no lo se pues carezco de capacidad técnica en la materia. Alguna gente me ha dicho que sí, pero no se qué nivel de vulnerabilidad pueda tener. Tengo entendido que se hacen esfuerzos desde el Poder Judicial, pero estimo que no llegamos al nivel que debería tener un poder del estado y un poder, como el Judicial, con grandes volúmenes de información muy sensible. De todos modos, todavía hoy lo que tiene valor es el papel, no es el documento digital .
¿La situación es muy dispar si uno repasa la situación de las provincias, no?
Hace dos años estuve en Chubut, y me maravilló sinceramente el nivel informático que tienen. Conocí al Dr. Cosentino quien es el encargado del área en la provincia. Según pude advertir, este tema tiene un gran apoyo institucional, lo cual sumado a la gran iniciativa y capacidad de planeamiento y organización del Dr. Cosentino, posibilitó que la justicia de Chubut se coloque al frente de muchas de las justicias provinciales y de la misma nacional. En nuestro ámbito, por desgracia, muchas veces nos quedamos en discusiones y relegamos el hacer. Por ahí es un defecto que tenemos los abogados, que nos quedamos analizando los problemas y por ello hacemos menos de lo que deberíamos. Allí se hizo mucho. Pero también hay otros ejemplos. El otro día escuchaba que tanto en Salta como en Río Negro están haciendo experiencias con firma digital, por supuesto sin valor legal todavía. Obviamente ellos tienen la ventaja que la población es menor, por lo cual los volúmenes de intercambio también son inferiores en comparación con la Justicia nacional
¿Cuál es su opinión sobre el PROJUM?
Yo tuve 5 años en el Projum. Lamentablemente el Projum, careció inicialmente de una dirección técnica profesional. Si bien se trataba de personas con gran pujanza y ganas, yo insistí casi desde los primeros tiempos insistí sin éxito en que tenía que considerarse al Projum como un proyecto de Estado, y por tanto tenía que ser manejado por gente profesional. Un abogado asesor de un consejero, o un consejero o un juez o un camarista no están capacitados para dirigir un proyecto como este. El segundo o tercer año, con nuevo director ejecutivo, se dejó hacer a los jueces que lo integrabamos y así fue logrado un diseño de juzgado. Sin duda nuestra idea era hacer el juzgado digital, pero el juzgado digital no lo puede hacer usted de un día para el otro, tiene que partir de una planificación y ejecutarla en etapas. Para mí el Projum fue un buen proyecto si atendemos a su finalidad y límites. Pero desgraciadamente sufrió algunas demoras y gruesos defectos en su implementación que frustraron su resultado. Además, nunca contó con apoyos imprescindibles. Siempre que en el Consejo de la Magistratura se hablaba del Projum se lo hacía con reparos y muchas veces con desconocimiento. Esto que debió ser apoyado desde un inicio por las autoridades del Poder Judicial nunca lo fue y ello fue una de las razones de sus escasos resultados.
¿Se va a replicar el PROJUM o no?
No lo sé, espero que no. Al menos que nos se replique en el estado en que quedó. Si usted va hoy a los juzgados comerciales del Projum, no se que sucede en otros fueros, han quedado casi en manos de Dios porque se retiró la empresa informática que proveyó el software y la Dirección de Tecnología a la que teóricamente les transmitieron los conocimientos informaticos, parecer carecer de un conocimiento profundo sobre el software. Desde lo informático me han dicho que el programa requiere de un volumen de datos que produce un tráfico enorme en las redes del poder judicial. Y las redes del poder judicial, según dicen los técnicos, no están armadas para soportar ese caudal de información.
Veo que su informe no va a ser positivo
Lamentablemente no fue positivo, pues ya lo presenté. Como he dicho, el proyecto fue bueno en su concepción y finalidad y ello hizo que tanto otros jueces como yo estuvieramos muy entusiasmados. Pero visto desde la perspectiva actual, creo que debió ser planificado de diferente forma, tener mayores exigencias desde lo profesional y dotarlo de consultores con capacidad técnica y conocimientos de la operatoria de un juzgado y con una dirección técnica y jurídica de gran calidad.En definitiva, ser concebido y dirigido como un proyecto de Estado.