El paso al costado de Pichetto se dio en el marco de una polémica jurídica y política sobre si podía continuar en el Consejo. A través de un comunicado el senador explicó que la decisión fue conversada con la senadora Cristina Fernández de Kirchner. “Desde el punto de vista político no era conveniente producir un debate sobre la continuidad en el cargo en el Consejo", explicó Pichetto y agregó: “No quiero colocar al Gobierno en una posición incómoda”.
La renuncia a un nuevo período se produce en el marco de una discusión que ponía en duda los alcances de la ley, respecto de la postulación de los consejeros para un tercer mandato. Este jueves los salientes consejeros Marcela Rodríguez y Beinusz Szmukler impugnaron la asunción de Pichetto y le pidieron al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Enrique Petracchi, que no le tome juramento este viernes cuando asuman los nuevos miembros.
En el escrito presentado, Rodríguez y Szmukler entienden que “el senador Pichetto tiene vedado integrar por un tercer período el Consejo ya que ni por la reforma de la Ley 26.080 ni por el texto originario lo puede hacer”.
La 26.080 señala que “los miembros del Consejo de la Magistratura durarán cuatro años en sus cargos pudiendo ser reelectos con intervalo de un período”. Por su parte, la vieja Ley 24.937 del Consejo estipulaba que los consejeros tenían un mandato de cuatro años “pudiendo ser reelegidos por una vez en forma consecutiva”.
Rodríguez y Szmukler señalaron que la nueva ley del Consejo “no derogó expresamente todo el sistema anterior sino que introdujo modificaciones –sustanciales, ciertamente, en lo que hace a integración y demás- pero sin abrogar el sistema” y calificaron la continuidad de Pichetto en el Consejo como “un absurdo jurídico”.
Pero Pichetto, quien asumió como consejero en 1998 cuando era diputado y fue reelecto en el 2001 en su condición de senador, tiene otra visión. “Tengo derecho a acceder a un nuevo mandato, ya que con la reforma por Ley que se sancionó en el Congreso de la Nación del organismo todos los mandatos parten de cero, y en consecuencia no se trata de una reelección", explicó.
“Si bien está claro que no hay un impedimento judicial para que yo asuma mañana (por este viernes) el mandato como consejero, ha habido una imputación política por parte de miembros salientes del Consejo y prefiero dar un paso al costado y de este modo evitar una polémica mezquina que no le haría ningún bien al organismo”, dijo el senador.
Su lugar será ocupado por la senadora María Laura Leguizamón. Legisladora por la Capital Federal, Leguizamón es integrante de la cámara alta desde el 2003 y tiene mandato hasta diciembre del 2007. Llega al Senado tras la muerte de Alfredo Bravo en una disputa por saber quien ocupaba esa banca y en la que tuvo que mediar la Justicia.
Leguizamón se recibió de abogada en la Universidad Nacional de La Plata, fue diputada nacional por el PJ de 1993 a 1997 y legisladora de la ciudad entre el 2000 y el 2003. En el senado es vocal de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Legislación General y Derechos y Garantías, entre otras.
Este no es el único cambio de último momento en el Consejo. Este jueves los radicales anunciaron que el jefe del bloque en el Senado, Ernesto Sanz, reemplazará en el Consejo a su par Norberto Massoni. Y la viceministra de Justicia, Marcela Losardo, llega al cuerpo como representante del Poder Ejecutivo en lugar de Joaquín Da Rocha.
Asume el nuevo Consejo
Además de Leguizamón, Losardo y Sanz, este viernes a las 11 horas asumirán los nuevos consejeros que le darán el puntapié inicial al reformado cuerpo. Los jueces penales Luis María Cabral, Luis María Bunge Campos y Miguel Angel Gálvez, los abogados Pablo Mosca y Santiago Montaña, el académico Mariano Candiotti, también prestarán juramento ante el presidente de la Corte, Enrique Petracchi, en la Sala de Audiencias del máximo tribunal.
El organismo se completa con los legisladores del Frente para la Victoria Carlos Kunkel, Diana Conti y Nicolás Fernández, y el radical Federico Storani, quienes también jurarán.
La reforma es conocida y polémica. El cuerpo dejará de tener 20 miembros y contará con siete representantes políticos de los 13. De ellos, cinco serán del oficialismo que tendrá el poder de influir en todas las decisiones del cuerpo. Sobre todo en aquellas que requieran los votos de los dos tercios de los consejeros como la selección o remoción de jueces.
Este aspecto fue el más criticado por toda la oposición y las asociaciones civiles que calificaron de inconstitucional la reforma por no respetar el equilibro de los integrantes de los distintos estamentos que debe tener el cuerpo, según establece la Constitución Nacional. La Corte debe resolver un amparo para que se frene la reforma.
Triste, solitario y final
Este jueves fue el último plenario del Consejo con su integración de 20 miembros y la última reunión para la mayoría de sus integrantes. Pero sólo sirvió para entregarles a los consejeros presentes unas plaquetas recordatorios porque no hubo quórum para sesionar. Solamente estuvieron ocho consejeros: Szmukler, Rodríguez, Da Rocha, Luis Pereira Duarte, Marcelo Iñiguez, Claudio Kiper, Eduardo Orio, Juan Carlos Gemignani y Victoria Perez Tognola. Todos dejaron el cuerpo este jueves.
Como en tres de los últimos cuatro plenarios, no estuvieron presentes los cuatro legisladores del oficialismo y el senador Ricardo Gomez Diez. Tampoco estuvieron Storani, Massoni, Petracchi, Bingo Caviglione Fraga, Abel Cornejo, Humberto Quiroga Lavié.
Entre los temas que no se trataron, y que pasarán al nuevo Consejo, se encontraba el pedido de juicio político contra el juez federal Claudio Bonadío, acusado por mal desempeño de sus funciones en una causa en la que citó a declarar a indagatoria a los ex ministros de Justicia Horacio Rossati y Gustavo Beliz por el estado de las cárceles.
La reunión permitió a los consejeros despedirse. Todos agradecieron a los funcionarios y empleados del Consejo, calificaron de positivo el trabajo de estos cuatro años y resaltaron la función institucional del cuerpo.